VICTORIA EN CRISTO | thebereancall.org

Hunt, Dave

A consecuencia de su encuentro transformador y comunión continua con el Cristo resucitado, Saul de Tarsus "trastornó el mundo entero" (Hechos 17:6) y estableció muchas de las iglesias primitivas (2 Corintios 11:28).  Sus epístolas abarcan casi un tercio del Nuevo Testamento.  ¡Que transformación tan asombrosa, tan extraordinaria que ocasionó que el "primero de los pecadores" (1 Timoteo 1:15) se convierta en el primer apóstol! ¿Qué pudo haber cambiado a Saúl para que "Respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor" (Hechos 9:1) se fuera a convertir en uno de ellos, sabiendo muy bien que él también sería odiado, perseguido, encarcelado, golpeado y eventualmente martirizado?  ¿Qué "programa de recuperación" ayudó a Pablo en su extraordinaria liberación, y en su consistente, vida victoriosa, que pudo al fin decir: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" (1 Corintios 11:1)?

¿Fue acaso un grupo llamado "Asesinos Anónimos" o tal vez "Perseguidores Anónimos" que ayudó a Pablo en su camino de "recuperación"de su mal pasado?  ¿Era acaso el miembro de un "grupo pequeño" de ex-odiadores de Cristo que encontraban apoyo mutuo en sesiones semanales confesándose el uno al otro que todavía estaban luchando contra impulsos de oposición a la iglesia de Cristo? ¿Cómo puede pues Pablo declarar  triunfantemente, "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2:20)

Si tales preguntas son absurdas, ¿qué se puede decir de los "Programas de Recuperación" de hoy en día?

En realidad, ni Pablo, ni sus compañeros apóstoles, ni nadie en la iglesia primitiva, ni ninguno de los millones que amaron a Cristo tanto y que fueron tan fervientes por "la verdad que está en Jesús" (Efesios 4:21) siguieron ningún "programa de recuperación" y todos fueron "fieles hasta la muerte" (Hebreos 11).  La iglesia primitiva estaba compuesta de antiguos "fornicadores... idólatras. Adúlteros... afeminados... abusadores de sí mismos con la humanidad (homosexuales/lesbianas)... ladrones... envidiosos... borrachos... perversos... extorsionistas..." Después de enumerar éstos pecados, Pablo les hace recordar a los Corintios, "Y esto erais algunos: mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados en el nombre del Señor Jesús, y por el espíritu de nuestro Dios" (1 Corintios 6:9-11)  No existe ninguna palabra acerca de algún programa especial para mantenerlos en "recuperación" de sus pasados pecaminosos.

¿No es sorprendente que tal gente malvada, sin ningún "programa de recuperación" se haya liberado completamente de sus hábitos malignos y pudieran vivir una vida de victoria en Cristo?  ¡Por supuesto que no! ¡Tal transformación es lo que el Señor ha prometido a todos que creen en Él y que obedecen a Él!  Esta es la vida cristiana normal que misioneros por siglos han observado en nativos que se han convertido en las áreas más oscuras y más paganas del mundo.

Aún en las junglas de asfalto del mundo actual, multitudes están siendo liberadas instantáneamente de las "adicciones" de cada clase y están viviendo victoriosamente y llenos de gozo por su Señor.  Todo comienza confesando la culpabilidad de uno ante Dios y creer que Cristo pagó la pena máxima que Su justicia demandaba por el pecado.  Inmediatamente sigue el glorioso nuevo nacimiento, el ser ramas en Cristo, la Vid Verdadera (Juan 15) que llega a ser la misma vida de aquellos que saben, aman y lo obedecen.  "Como niños recién nacidos deseando la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación" (1 Pedro 2:2)  Después viene la responsabilidad de vivir por fe para manifestar lo que Dios está haciendo en el corazón de uno: "Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud conocimiento: al conocimiento, dominio propio; al dominio propio paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.  Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.  Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.  Por lo cual hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás" (2 Pedro 1:5-10)

Pero últimamente el Cristianismo ha caído en manos de líderes que han perdido la confianza en la suficiencia de Cristo, Su Palabra y en el Espíritu Santo para vivir la vida de Cristo a través de ellos y de otros.  Ellos también han destruido la confianza de sus seguidores.  Esa falta de fe ha producido "La Sicología Cristiana" (término prestado de humanistas que estaban sumergidos en pecado) con sus múltiple terapias que en la iglesia primitiva nunca escucharon y que sin ninguna de ellas esta triunfó gloriosamente.  De ésta fuente impía proviene los numerosos "programas de recuperación" que son más populares entre los cristianos de hoy en día que la simple fe en Cristo y en Su palabra.

La victoriosa nueva vida que Cristo prometió y que Él mismo vivirá en aquellos que lo conocen y confían en Él, está disponible para todo cristiano y no requiere ningún programa especial, simplemente fe y obediencia.  El problema con todas las "terapias" es que conciente o inconscientemente niegan la suficiencia de Cristo y Su Palabra para salvar, santificar al peor de los pecadores.  Por lo tanto, es hipocresía el que estos "programas" se llamen bíblicos cuando su neta existencia denota la negación de las enseñanzas bíblicas y lo que la iglesia primitiva sabía y probó que era suficiente.

Pablo refiriéndose a la vida de gentiles no salvos dice, "Esto, pues, digo y requiero en el Señor; que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza". (Efesios 4:17-19)  dirigiéndose a los creyentes Pablo dice:  "Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por Él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús" (Efesios 4:20-21).  La verdad que se nos ha enseñado tiene que vivir en nuestras vidas.  Esto solo puede ser posible por la unción del Espíritu Santo.  Aún así Pablo continúa en una forma que denota claramente cual es nuestra responsabilidad:

"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestios del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.  Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.  Airaos, pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.  El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga que compartir con el que padece necesidad.  Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.  Y no contristéis el Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.  Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.  Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.  Sed pues imitadores de Dios como hijos amados.  Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.  Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aún se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.  Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.  Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.  No seáis, pues, partícipes con ellos.  Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz".(Efesios 4:22-5:8)

No hay ninguna palabra es las escrituras mencionadas acerca de algún programa para que ayuden a los creyentes.  Los métodos y técnicas, que no se encuentran en las Escrituras, que supuestamente suprimen los deseos de la carne que abundan aún entre los cristianos de hoy en día que tratan de vivir sus vidas por Cristo, todavía no habían sido inventadas cuando Pablo vivía.  ¿Por qué son necesarios hoy en día? ¡No lo son!  Isaías fue bastante directo: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeron conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Isaías 8:20)  Pero hoy en día las Escrituras son negadas.

Ciertamente nadie en la iglesia primitiva (o siglos más tarde) se hubieran imaginado que hubiera habido alguna necesidad entre ellos excepto Cristo mismo, Su sangre limpiadora y su poder, para triunfar sobre el pecado, sobre Satanás y sobre el mundo.  Un amor ferviente por Cristo habilitó millones de personas por 2,000 años a seguir al Señor fielmente, aún hasta el martirio con gozo.  El secreto de su victoria ha sido y será declarada para espantar a demonios y regocijar a ángeles y como un testimonio al universo por toda la eternidad: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él....Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra de testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte"  (Apocalipsis 12:9, 11)

Cristo declaró, "El que me ama, mi palabra guardará" (Juan 14:23).  El amor es el poder motivador más grande que existe en el universo.  Causó que Cristo soportara, a un costo infinito, el juicio merecido por aquellos que le odiaban y que lo crucificaron, porque Él los amó.  El amor verdadero sacrifica cualquier cosa, incluyendo uno mismo, por el ser amado.  Ninguna "adicción", deseo carnal, o deseo egoísta puede vencer al amor.  Aquellos que dicen ser cristianos, y que aún así necesitan algo especial, algo adicional, como un "ministerio de liberación" o un "programa de recuperación" para poder mantener su comportamiento en línea y que no les es suficiente lo que Cristo ha ordenado, quiere decir que ellos no conocen a Cristo o no lo aman como deberían hacerlo.  Eso es lo que dice la Palabra de Dios.

A aquellos cristianos consumidos por una gratitud apasionante y amor por Cristo, la victoria viene siempre a través de una simple fe en la promesa de Dios: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con  la tentación la salida, para que podáis soportar" (1 Corintios 10:13)  Así ha sido con los redimidos a través de los siglos y también debe ser hoy en día.

Y aún así, a través de los siglos siempre han existido personas a quienes Cristo solamente con el poder de Su Palabra y de Su Espíritu no han sido suficientes.  Han existido y existen aquellos que dicen algo como esto: "He tratado pero no resulta; Yo soy un caso especial; las cosas son diferentes hoy en día; Yo necesito ayuda adicional"  Algunos de ellos se hicieron monjes y en sus deseos de suprimir los deseos carnales terminaron por abusar la carne, viviendo en cuevas renunciando a las bendiciones que Dios había concedido a todos para que disfruten con acción de gracias.  Estos monjes hasta se azotaban para ser santos(según ellos).  Muchos sinceros sacerdotes y monjes de la iglesia católica y la iglesia ortodoxa todavía hacen eso hoy en día.  No es su sinceridad que ponemos en duda, sino su verdadero conocimiento de Cristo y su amor por Él, lo cual es el único remedio.

Muchos de los que son llamados "Los Padres del Desierto" adoptaron técnicas ocultas, que fueron popularizadas en tiempos posteriores por Ignacio de Loyola, el fundador de los Jesuitas.  Ellos pensaron que si podían visualizar a Cristo y eventos bíblicos en su imaginación, la Biblia sería más real y ellos madurarían espiritualmente.  Esa ilusión todavía está siendo propagada por muchos líderes cristianos hoy en día como Richard Foster, Calvin Miller, Karen Manis y otros.  Foster tentó miles de personas con la promesa falsa de madurez espiritual a través de métodos ocultistas como los que se encuentran en la publicación llamada "La Celebración de la Disciplina" donde se puede leer párrafos como éste:

"Comience con un período diario de aproximadamente de 10 a 15 minutos... aprenda a ‘concentrarse'... haciendo dos ejercicios de poca duración... el primero es llamado palmas abajo, palmas arriba... poniendo sus palmas abajo como una indicación simbólica  de su deseo de entregar todos sus problemas a Dios.  Al mismo tiempo uno puede orar internamente ‘Señor, yo te doy toda mi ira, cólera hacia ‘Juan.'  Yo suelto o dejo ir todo el miedo que tengo acerca de mi cita con el dentista... Yo rindo mi ansiedad causada por no tener el suficiente dinero para pagar las cuentas... mi frustración acerca de buscar a alguien que  cuide a mi bebé por esta noche'.  Cualquier cosa que esté produciendo un peso en su mente... diga solamente, ‘palmas abajo'.  Sáquelo de su persona... después de varios momentos de rendición, oriente sus palmas hacia arriba como un símbolo de su deseo de servir al Señor...'Yo quiero recibir tu amor divino por ‘Juan', Tu paz, que me quite la ansiedad por la cita con el dentista, Tu paciencia, Tu gozo'.  Cualquier cosa que usted necesite, diga ‘palmas arriba'.  Después de haberse ‘concentrado' completamente pase los momentos que quedan en silencio completo...

Otra meditación dirigida a concentrarse uno mismo... sentado... cómodamente, lentamente sea conciente de su respiración para estar en comunicación con... el nivel de tensión dentro de uno.  Respire hondo, lentamente inclinando la cabeza hacia atrás tanto como sea posible.  Entonces exhale, permitiendo que su cabeza lentamente regrese a su posición original hasta que su mandíbula descanse en su pecho.  Haga esto por varios momentos, orando una oración como esta: ‘Señor, Yo exhalo mi temor. Yo inhalo Tu paz.  Yo exhalo mi apatía espiritual.  Yo inhalo Tu luz y vida"  Entonces, como anteriormente lo hizo, manténganse en silencio...

Después que usted haya adquirido cierta capacidad en el acto de ‘concentrarse', añada una meditación de cinco a diez minutos en alguna... planta, árbol, pájaro, hoja, nube, y cada día reflexione sobre esto cuidadosamente y en oración.  Dios... usa Su creación para enseñarnos algo de Su gloria y darnos algo de Su vida... como Evelyn Underhill dice... empiece con esa... contemplación que los místicos de antaño llamaba ‘el descubrimiento de Dios en Sus criaturas'.

Después de haber practicado por algunas semanas con las dos clases de meditación mencionadas, usted puede añadir una meditación acerca de la Escritura... Escoja un evento aislado... Busque el vivir la experiencia, recordando las direcciones de Ignacio de Loyola de aplicar todos nuestros sentidos a la tarea del momento.  Sienta usted la brisa del mar.  Oiga las aguas tocando la playa.  Vea las multitudes.  Sienta el sol en su cabeza y el hambre en su estómago. Francisco de Sales dice ‘represente en su imaginación todo el misterio en el cual usted desee meditar como si realmente estuviera en su presencia...'  a medida que usted está entrando en la historia... recuerde que Jesús... no está sujeto al tiempo, este evento en el pasado es algo que para Él es un evento que se está viviendo en el presente.  Por lo tanto, usted realmente puede encontrar el Cristo vivo en éste evento... Jesucristo realmente vendrá hacia usted."

Esto, por supuesto, es puro ocultismo.  La "visualización" de Cristo a menudo toma una vida por sí sola y realmente "habla" a la persona.  Este no es el señor Jesucristo que viene de la diestra de Dios Padre en el cielo, sino que es un espíritu seductor, exactamente como Pablo advirtió que iba a ocurrir: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; Por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia..." (1 Timoteo 4:1,2)  No hay ninguna excusa para caer en tal ilusión, que es tan contrario a la Palabra de Dios.

Los primeros cristianos vivían con una fe tan profunda que ellos tenían la expectativa que Cristo "que es nuestra vida" (Colosenses 3:4), viviría esa vida a través de ellos en victoria sobre el mundo, la carne y el demonio (1Juan 2:12-17).  Cristo prometió: "Porque yo vivo, vosotros también viviréis" (Juan 14:19).  Entonces, ¿por qué la iglesia adopta técnicas que provienen de la "sabiduría" del mundo para poder lograr "libertad" de las llamadas adicciones?

Para Pablo, cada tentación y deseo carnal era anulado totalmente cuando dice: "Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo o por vida o por muerte" (Filipenses 1:20) " a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él en Su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.  No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; si no que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.  Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago; olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Filipenses 3:10-14)  ¿No es esto lo que nosotros debiéramos tener en cuenta delante de nosotros para conferirle poder a nuestras vidas y estar preparados para renunciar a todo por el amor a nuestro Señor?

Así como un cántico nos lo dice: " ¡Después que todo lo que Él ha hecho por mí; Después de todo lo que Él ha hecho por mí, cómo yo puedo hacer menos que darle lo mejor y vivir por Él completamente; después de todo lo que Él ha hecho por mí!"  Esta es la respuesta del verdadero amor y  que prevalecerá sobre todo.


 "VICTORIA EN CRISTO"

Título en inglés: "Victory in Christ"