CONSEJERÌA EN LA IGLESIA: LO BUENO, LO MALO Y LO HORRIBLE. PRIMERA PARTE. | thebereancall.org

T.A. McMahon

En esta serie de dos partes estoy enfocando lo que creo que es la estratagema más exitosa del Adversario, entre sus muchos engaños (2 Corintios: 11: 3), tentaciones (1 Corintios: 7: 5; 1 Tesalonicenses: 3: 5), artimañas (Efesios: 6: 11), mecanismos (2 Corintios: 2: 11) y trampas (1 Timoteo: 3: 7), que han capturado tanto a los creyentes profesantes como a los verdaderos creyentes en Jesucristo ... y lo estoy haciendo con ayuda de mis amigos, el Dr. Martin Bobgan y su esposa, Deidre. Entre ellos tienen media docena de diplomas universitarios. El Doctorado en Educación de Martin es de la Universidad de Colorado, y de Deidre es una Phi Beta Kappa con una Maestría en Inglés. (La razón por la que estoy diciendo esto por adelantado será más significativa a medida que lea este artículo. No tengo ninguna duda de que la información molestará a algunos de ustedes).

Con respecto a mis propios antecedentes, crecí en una comunidad de salud mental, literalmente. Mi padre era psiquiatra, y durante mis años de formación vivimos en una gran institución mental en el centro de Ohio. Más tarde, mi padre,  se convirtió en el director de un hospital psiquiátrico en el sur de Ohio. Muchos de mis familiares estaban involucrados en diversas capacidades de salud mental, por lo tanto mi entendimiento de la psicología es más experimental que académica. En otras palabras, como dije, crecí involucrado en esa clase de institución. 

Después de convertirme en creyente, pasé décadas comparando las enseñanzas de la psicoterapia con la Palabra de Dios. Mis experiencias personales también contribuyeron a mi creciente compasión por aquellos que sufren algunos de los problemas mentales de la vida y el daño que la consejería ha hecho no solo a ellos sino también a sus consejeros.

Aun así, el título de este mensaje puede parecer un poco desconcertante para algunos, y tal vez incluso confuso. Sin embargo, es una descripción precisa del estado de la consejería, por parte de aquellos que profesan creer en Jesús y que afirman adherirse a Su Palabra.

Con respecto a la consejería, parte de ella es buena, parte de ella es mala, y parte de ella es horrible: 

1) Es bueno cuando es fiel a las Escrituras. 

2) Es malo cuando se desvía de las instrucciones de Dios en la palabra y la práctica. 

3) Es horrible, cuando sus métodos siguen los conceptos ideados por los fundadores impíos de la psicoterapia y sus discípulos de los últimos días.

Después de haber pasado cerca de cuatro décadas observando y absorbiendo falsas enseñanzas y prácticas que afectan a toda la iglesia (carismáticas, conservadoras, liberales, fundamentales, aberrantes, etc.), nada en mi opinión ha sido tan tortuoso y controlador como la psicoterapia.

Su engaño efectivo ha convencido a las masas de que ayuda a las personas al sanar sus problemas mentales, emocionales y de comportamiento. Un crítico de la influencia de la psicología en todo el mundo escribe: "La percepción psicológica es el credo de nuestro tiempo. En nombre de la iluminación, los expertos prometen ayuda y fe, conocimiento y consuelo. Diseñan fórmulas seguras para una vida feliz y planes ambiciosos para disolver los nudos del conflicto. La psicología, según sus impulsores, posee respuestas valiosas a nuestras preguntas personales más difíciles y soluciones prácticas para nuestros problemas sociales más intratables. A finales del siglo XX en los Estados Unidos, es probable que creamos lo que nos dicen los expertos en psicología. Hablan con autoridad a una vasta audiencia... Su consejo es un gran negocio". 

Refiriéndose a la naturaleza ubicua (es decir, que parece estar en todas partes) de la psicología, agrega que se ha "filtrado en prácticamente todas las facetas de nuestra existencia”.

Trágicamente, también se ha infiltrado en la iglesia y ha tomado gran parte de ella. Considerando solo un ejemplo, una encuesta de las 39 agencias misioneras más grandes de Estados Unidos revela que uno no puede ser aceptado para la obra misional sin un sello psicológico de aprobación, basado en una entrevista psicológica y pruebas también psicológicas.

La iglesia evangélica contemporánea fue expuesta a mucha confusión con respecto a la consejería durante las décadas de 1960 y 70. Ese período de tiempo, dio lugar al mito de la "Psicología Cristiana". Es un mito porque no existe tal cosa. ¡Busque como quiera los numerosos campos reconocidos de la psicología y no encontrará la Psicología Cristiana!

Aunque no existe un título acreditado en este campo, la profesión de la "Psicología Cristiana", junto con la consideración en la que se tienen sus practicantes, se está extendiendo exponencialmente.

En un mensaje en la Asociación Cristiana de Estudios Psicológicos, una organización de psicólogos que profesan a Cristo, allí un orador admitió que "no hay una Psicología Cristiana aceptable que sea marcadamente diferente de la Psicología no cristiana" y aunque hay "Cristianos que son psicólogos, ellos básicamente hacen las mismas cosas que los Psicólogos no Cristianos". 

¿Qué constituye entonces la llamada Psicología Cristiana y su práctica? Se centra en el campo de la psicoterapia, también conocida como asesoramiento clínico, que es simplemente una terapia de conversación. La psicoterapia en sí misma no tiene base científica. Sus conceptos y prácticas provienen principalmente de creencias originadas por teóricos influyentes como Sigmund Freud, Carl Jung, Eric Fromm, Abraham Maslow, Carl Rogers, B.F. Skinner y sus discípulos de los últimos días.

La fabricación de que la psicoterapia es científica se debe a ciertos individuos como Freud y Jung, que obtuvieron títulos médicos como psiquiatras. Sus títulos en ciencias, sin embargo, tenían poca o ninguna relación con su práctica de la psicoterapia.

La mayoría de los que se refieren a sí mismos como Psicólogos Cristianos han obtenido títulos en psicología, centrándose principalmente en la psicoterapia. Su formación, por lo tanto, se basa en las opiniones y motivos ideados por los teóricos previamente señalados y por otros.

Los aspectos "Cristianos" de sus prácticas surgen al intentar integrar sus creencias Cristianas con su entrenamiento secular. Aunque eso puede dar la impresión de reflejar el Cristianismo, pero, ¡casi todos los conceptos psicoterapéuticos seculares son diametralmente opuestos a las enseñanzas de la Biblia!

Teniendo en cuenta solo una de las muchas enseñanzas de la psicoterapia que se oponen al Cristianismo bíblico, un ejemplo fundamental son las diferentes perspectivas sobre el “uno mismo” o el "yo." ¡La Palabra de Dios y la sabiduría psicológica de los hombres, no podrían ser más diferente entre ellas! 

La Biblia enseña que el "yo" está en la raíz de la naturaleza pecaminosa de la humanidad y debe estar en completa sumisión a Dios. Los versículos abundan con ese fin: "Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24).

"Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Filipenses 2:3-4).

El “yo” es el enfoque principal de la psicoterapia, que abarca desde el amor propio hasta la “auto-deificación”. Ninguna enseñanza en la iglesia contemporánea ha sido más insidiosa y destructiva que las herejías del amor propio/autoestima del siglo XX. Son un cumplimiento de profecía, del cual el Espíritu Santo hizo que el apóstol Pablo nos advirtiera: "También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos…” (2 Timoteo 3:1, 2). Han puesto al revés o han invertido la verdad de la Palabra de Dios y continúan engañando a los Cristianos hasta gran parte de este siglo.

Antes de abordar los detalles con respecto a lo bueno, lo malo y lo horrible, es importante que entendamos lo que la Biblia enseña, fundamentalmente acerca de la consejería.

Número uno: Dios es el único que califica como Consejero. La razón debería ser obvia. Sólo Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) conoce el corazón, la mente, los pensamientos y la motivación de cada ser humano.

En Jeremías 17:10 leemos: “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”. Apocalipsis 2:23 repite aquello de lo que sólo Dios es capaz: "... yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras”.

En Isaías 9:6, Jesús es llamado "Maravilloso, Consejero, el Dios poderoso..." Una función del Espíritu Santo es convencer a los seres humanos de los pecados que comienzan desde sus corazones (Juan 16:8). 

Número dos: El contenido de la consejería debe ser fiel a la Palabra de Dios. Hechos 20:27: "Porque no he rehuido declararos todo el consejo de Dios." Y Romanos11:34: "¿Por qué quién ha conocido la mente del Señor? o ¿quién ha sido su consejero?"

Cuando algo se añade o se aparta de estas verdades fundamentales, lo que se produce son "psicoherejías", usando un término acuñado por los Bobgans. Ellos definen el término de esta manera: "La psicoherejía es la integración de las teorías y terapias seculares de asesoramiento psicológico con la Biblia. También es la intrusión de tales teorías en la predicación y la práctica del Cristianismo, especialmente cuando contradicen o han hecho concesiones con el Cristianismo bíblico en términos de la naturaleza del hombre, es decir, cómo debe vivir y cómo se debe cambiar”.

En nuestros días, cuando la creencia en la sana doctrina bíblica está disminuyendo, se nos advierte, "Llegará el momento en que no soportarán la sana doctrina" (2 Timoteo 4: 3), y cada vez menos Cristianos buscan en las Escrituras la ayuda y la guía de Dios para vivir sus vidas Cristianas, la universalidad de la psicología con su falta de responsabilidad y su enfoque en sí mismo, tiene un gran atractivo.

Gran parte de su aceptación, también se debe a un factor sutil de intimidación muy astuto. A la gente se le ha dicho, y cree, que los "expertos profesionales" tienen un conocimiento superior, lo cual no es verdad. Sus teorías están nubladas en un lenguaje seudo científico, dando la impresión de que tienen las respuestas a los problemas de la vida. Una vez más, están completamente errados.

Para aquellos quienes no están bien informados, la seguridad en sí mismos de los involucradas en nada más que un psico-balbuceo. Sin embargo, sus afirmaciones falsas son aceptadas en su mayoría sin resistencia alguna, en lugar de indagar la realidad, lo que hace que muchos cedan ante los autoproclamados expertos.

¿Cuáles son algunas de sus creencias? 

"La psicoterapia es un experimento científico" —No. La psicoterapia (es decir, el asesoramiento psicológico) no tiene base científica. Es simplemente hablar. El aconsejado (o paciente) habla con el consejero y el consejero escucha al aconsejado. A veces, el consejero puede hacer preguntas y hacer sugerencias.

Los psicólogos de investigación que estudian la efectividad del asesoramiento clínico, están de acuerdo en que la psicoterapia no es ni puede ser científica. Sin embargo, el mito ampliamente creído es que es una práctica científica. El contenido de la charla se extrae de una serie de terapias en las que el terapeuta ha sido entrenado. Hay alrededor de 500 terapias básicas, pero las combinaciones de los mismos dan como resultado miles de terapias relacionadas.

Las teorías psicológicas a menudo están en conflicto, incluso en contradicción, entre sí. Además, los problemas del aconsejado o paciente, se renuevan para que se ajusten a una o más de las terapias conocidas o terapias favoritas del consejero.

Dada la naturaleza subjetiva de la terapia de conversación, no debería sorprender que los estudios hayan demostrado que los consejeros profesionales no son más exitosos que los no profesionales, es decir, ¡las personas comunes que nunca han tenido ninguna capacitación en el campo de la consejería!

Algunos investigadores señalan los métodos similares de los curanderos nativos y chamanes para "asesorar" a sus pueblos tribales y los comparan con los psicoterapeutas de hoy. Señalan que el nivel de éxito/fracaso de ambos es similar, con la excepción de que los chamanes cobran menos y “curan” a sus pacientes en menos tiempo. 

Una vez más, nos estamos refiriendo a la "terapia de conversación". Esa no es una práctica en la que uno necesite obtener un título. Además, no es el medio de "hablar" lo que es el verdadero problema en la consejería. Es el mensaje, es decir, el contenido de la charla.

Los Bobgans nos recuerdan: "Los Cristianos deben saber y estar totalmente consientes que tal psicología es simplemente las corazonadas, opiniones, conjeturas, y particularmente la sabiduría de los hombres, la cual Dios rechaza" (1 Corintios 2).

Los pastores que recomiendan a miembros de su iglesia a consejeros profesionales, han sido engañados por los mitos de la psicoterapia y han caído presa de su artimaña de intimidación o simplemente no creen en la suficiencia de la Palabra de Dios. De cualquier manera, no están a la altura de su llamado como pastores de las ovejas de Dios, si es que realmente tienen ese llamado.

A pesar de todos los errores que se encuentran dentro de las teorías y prácticas de la psicoterapia, el que debería tener a todo Cristiano bíblico huyendo del asesoramiento psicológico, es su concepto de la naturaleza de la humanidad. Afirman que el hombre es inherentemente bueno, y eso es su creencia fundamental.

¿Qué pasa entonces con los problemas cada vez mayores de la vida de la persona, sus luchas con las relaciones, sus continuas hostilidades? Se nos dice que son condiciones derivadas de factores externos al individuo: su educación por parte de sus padres, su ambiente físico y social, las influencias de sus compañeros, educadores, medios de comunicación, etc.

Se dice que todas esas cosas han moldeado, incluso determinado, la condición mental, emocional y de conducta de su estado actual. El objetivo, por lo tanto, del asesoramiento psicológico, a través de varios medios (principalmente el hablar), es restaurar a uno a su "verdadero (inherentemente bueno) yo".

Por otro lado, si la humanidad es innatamente malvada, como la Biblia declara una y otra vez, la psicoterapia no tendría negocio. ¿Por qué? Toda la supuesta "fijación" de los humanos a través de la terapia de conversación no puede cambiar la naturaleza malvada, profundamente arraigada de la humanidad. Todos somos como leopardos que no pueden cambiar sus manchas. Sólo Dios puede realmente cambiarnos dándonos nueva vida.

Jeremías 17:9-10 explica nuestra naturaleza inherente y nos dice por qué sólo Dios es capaz de arreglarnos: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”.

Otras ideas bíblicas con respecto al corazón, fueron escritas por el teólogo Inglés Matthew Poole en su Comentario sobre la Santa Biblia, escrito en la década de 1700. Declara que el corazón engañoso es "inescrutable por los demás, engañoso con referencia a nosotros mismos, y abominablemente malvado, de modo que ni un hombre puede conocer su propio corazón ni ningún otro puede conocer nuestros corazones".

Poole continúa: "Para que estos hipócritas no finjan que sus corazones no se apartaron de Dios o quisieran decir: ¿Quién puede juzgarnos si nadie conoce el corazón? Dios dice: Aunque ninguna criatura conoce el corazón de otro semejante, sin embargo, Yo conozco los corazones de todas las criaturas, busco los pensamientos secretos, consejos y designios de todas mis criaturas; porque los juzgaré según sus pensamientos y los movimientos y afectos secretos de sus almas, según todos sus caminos, y el fruto de sus acciones..."

Eso está tan lejos de la capacidad de los consejeros humanos que cualquier intento de entrar en esta profesión, refleja una idolatría en forma de auto-deificación.

(Continuará)