EL AMOR, LA JUSTICIA Y EL JUICIO | thebereancall.org

Hunt, Dave

La mayoría de las personas habitando en la actualidad en nuestro mundo tiene muy poco interés en el Holocausto ocurrido durante el régimen de los Nazis y que ocasionaron seis millones de víctimas, ni tampoco tienen mucho interés por previos holocaustos ocasionados por los musulmanes donde las víctimas fueron mucho más numerosas y que ocurrió desde Francia hasta la China, ni tampoco tienen mucho interés en las más reciente matanzas por los musulmanes de Septiembre 11 del año 2001. O la constante matanza que está ocurriendo diariamente en el Sudán del Sur donde ya han muerto más de dos millones de personas víctimas de los musulmanes que practican Sharía, que es la ley musulmana  impuesta por el gobierno musulmán de ése país.  Algunos, por otra parte, no pueden olvidar el sacrificio de vidas inocentes y están atormentados por la pregunta: ¿Cómo puede un Dios bueno permitir tal sufrimiento?

Durante una "vigilia, a la luz de velas encendidas,  por un mundo más pacífico" en la Escuela de Divinidad de la Universidad de Harvard,

Las... palabras del Dr. Martín Luther King Jr. fueron repetidas y también las palabras de Mohandas Gandhi.  Una canción de la masacre de Ruanda fue cantada, con una sentimental petición a un Dios silencioso - ¿Dónde estabas tú?

Dios estaba allí donde ha estado por miles de años: deseoso de bendecir a la humanidad pero contenido por Su sabiduría y por Su integridad para no premiar a una rebelión arrogante y sin arrepentimiento.  El Creador ama tanto a la humanidad que no va a entregar el mundo a un grupo de rebeldes arrogantes.  Si Él no cumple Sus advertencias concernientes a Su juicio ¿quién le va a creer Sus promesas concernientes a Sus bendiciones?

Pero ¿está Dios realmente silencioso? ¿O es el mundo que está sordo a Su voz? ¿Cómo es posible pasar por alto la súplica amorosa de Cristo desde la cruz, "Padre, perdónalos...?" (Lucas 23:34) Y aún así ¿cómo podemos nosotros entender esa oración, ésa súplica con la declaración solemne que "el Padre... todo el juicio dio al Hijo?" (Juan 5:22) ¿Pueden el amor, la justicia y el juicio existir juntos?

¿Cómo podemos reconciliar la idea de que Cristo por su propia voluntad sufrió por los pecados de todo el mundo con lo que la Biblia dice, "Enviará el Hijo del hombre a Sus ángeles, y recogerán de Su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mateo 13:41, 42)? ¿Por qué Cristo, a quien "el Padre envió... para ser el Salvador del mundo" (1 Juan 4:14), quiera enviar gente al infierno por las cuales, con infinito amor, Él pagó por los pecados de ellos en la cruz?  

¿Cómo podemos explicar que "Dios es Amor" (1 Juan 4:8, 16) con la realidad que Dios "ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia" (Hechos 17:31)?  Y ese juicio que probablemente va a sentenciar a billones de personas a tormento eterno, no parece estar de acuerdo con la alabanza de agradecimiento de parte de David, "Bueno es Jehová para con todos, Y Sus misericordias sobre todas Sus obras" (Salmo 145:9)  ¿Cómo es posible que un Dios misericordioso y bueno para con todos pueda consignar a alguien al tormento eterno?

¿Cómo podemos nosotros asociar frases como "Porque de tal manera amó Dios al mundo..." (Juan 3:16) con "Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego" (Apocalipsis 20: 15)? ¿Y qué podemos pensar de la frase que el Señor "no quiere que nadie perezca" (2 Pedro 3:9) con el "gran trono blanco" del juicio (Apocalipsis 20:11)?  Sin duda alguna multitudes perecerán, siendo tomadas directamente después del veredicto final y echados al Lago de Fuego.  ¿Está Dios contradiciéndose a sí mismo?

Si Dios es realmente "bueno para con todos" y sinceramente "no quiere que nadie perezca" ¿Por qué no deja entonces que todos vayan al cielo? ¿Por qué tantas personas tienen que pasar la eternidad en el Lago de Fuego? ¿No puede haber otro camino? ¿Merece el hombre su condenación eterna por decisiones que él ha elegido o acciones que él ha tomado? ¿Podemos culpar a Dios, o a Sus criaturas, por el castigo eterno? ¿Dónde está el amor de Dios?

No hay duda alguna que la Biblia enseña el amor, la justicia y el juicio. ¿Pero por qué tiene la justicia y el juicio de Dios interferir con Su amor? ¿Cómo puede uno estar de acuerdo en que "la dádiva de Dios es vida eterna" con "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él" (Juan 3:36)?

Estas son preguntas vitales, las cuales uno las tienen que considerar en oración si queremos entender y saber lo que Dios desea cuando nos dice: "Así dijo Jehová:  No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.  Más alábese en esto el que se hubiere de alabar; en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová" (Jeremías 9:23, 24) ¿Qué tiene que ver la misericordia, el juicio y la condena eterna, el uno con el otro?

La Cruz de Cristo es la única respuesta a tales preguntas. ¿Nos ama realmente Dios? "Mas Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8) "En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a Su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él" (1 Juan 34:9)  Cristo dijo, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su hijo unigénito..." (Juan 3:16) Qué tan grande ha debido haber sido el amor de Dios por la humanidad que dio a Su Hijo "en manos de pecadores" (Mateo 26:45) para ser rechazado, acusado falsamente, burlado, despreciado, escupido y crucificado a una cruz y esa cruz es el camino, es el medio, es la manera, por la cual el hombre puede obtener salvación.

Consideremos la asombrosa e incomprensible declaración, "Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento.  Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado... " (Isaías 53:10)  Dios Padre se complació de hacer sufrir a Cristo por los pecados del mundo, ¿aún por los pecados de aquellos que maldecían a Dios y se burlaban y rechazaban a Su Hijo? ¡Sí! Debemos nosotros considerar detenidamente estas preguntas si queremos entender a Dios.

No hay mejor prueba de la maldad del ser humano si vemos lo que los hombres hicieron a Cristo.  Y al mismo tiempo, la Cruz es la prueba más grande del amor de Dios y Su deseo de bendecir a toda la humanidad.  No nos sorprenda entonces cuando Pablo se regocija, "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo" (Gálatas 6:14)  Durante las pruebas de la vida, las derrotas y las pérdidas, aquellos que realmente creen firmemente en Cristo como nuestro Señor, pueden tener consuelo en la lógica de Pablo: "El que no escatimó ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas? (Romanos 8:32).

Salomón declaró, "Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia" (Proverbios 4:7).  Tenemos la promesa, "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, El cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Santiago 1:5).  Dios quiere que nosotros entendamos Su carácter y Su voluntad, para que podamos meditar profundamente acerca de la manera y el precio de nuestra redención y en la Cruz "Para contemplar la hermosura de Jehová" (Salmo 27:4) ya que de otra manera no podríamos entender lo que Dios desea de nosotros.

¿Existe algo más hermoso en la historia del universo que el regalo que hizo Dios al dar a Su único hijo para salvación del mundo? ¿Cómo podemos contentarnos con tan sólo un conocimiento superficial de la Cruz?  Si esto es así, entonces se puede entender nuestra falta de comprensión, falta de agradecimiento que el sacrificio de Cristo merece.  ¡Y qué trágico es que pasemos un día entero sin que demos nuestra profunda gratitud a nuestro Dios por misericordiosamente haber salvado nuestras almas!

Muy a menudo pienso en las siguientes frases, "¿Estuviste tú allí cuando sacrificaron a nuestro Señor?  Algunas veces me pongo a temblar, temblar, temblar..."  Sí, nosotros estuvimos allí, fueron nuestros pecados que "Él mismo, en Su cuerpo, llevó al madero" (1 Pedro 2:24).  ¡La tierra tembló, las rocas fueron cortadas por la mano de Dios y los ángeles han debido estar temblando con furia al ver esas despreciables criaturas abusando al Señor y tratándolo con odio y con desprecio.  El tiempo y la eternidad fueron partidos en dos.  El cielo y la tierra nunca serían más lo mismo que fueron antes.  El universo y el curso de la historia fueron para siempre empapados con la sangre derramada de Cristo!

Y hoy en día, al mundo no le interesa saber de tal evento majestuoso y definitivo.  Que triste es el saber que la humanidad en general nunca piensa, nunca honra, ni tampoco reconoce al Dios quien da la vida a todos.  Los gobiernos del mundo piensan que pueden hacer lo que les plazca. Los líderes políticos y religiosos, creyendo que son ellos los que están a cargo de éste mundo, se reúnen en conferencias para supuestamente hacer paz en la tierra y dejan a Dios fuera del tal proceso.  Lo único que quiere el hombre es una bendición "religiosa" a los planes que está formulando, y para eso cualquier dios da lo mismo.

Increíblemente, aquellos que dicen creer en Cristo son los primeros en burlarse de Él.  Dios prometió enviar "El espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir" (Juan 14:17), el cual nos "guiará a toda la verdad" (Juan 16:13).  En una actitud flagrante de desdén, de desprecio y de incredulidad, declarando que el mundo tiene otra fuente aparte de la Palabra de Dios la cual promete que "la verdad os hará libres" (Juan 8:32), la iglesia evangélica ha aceptado la psicología, "la sabiduría de éste mundo" la cual Dios la ha denominado como una locura.  Y aquellos que predican esta descabellada filosofía son vistos por los evangélicos como si fueran los hombres más sabios en la tierra.

Cristo dijo, "porque yo vivo, vosotros también viviréis" (Juan 14:19) ¿Qué quiso decir con eso?  Esto fue la certeza que Él viviría su vida resucitada en aquellos que pusieran su confianza en Él.  Pablo se regocijó cuando dijo: "ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí" (Gálatas 2:20).  Él se refirió a "Cristo en vosotros, la esperanza de gloria" (Colosenses 1:27), declarando que "Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con Él en gloria" (Colosenses 3:4).

Imagínense entonces, el tal descaro de aquellos individuos en quienes Cristo, con Su infinita misericordia y con Su amor sin límites, quiere vivir en ellos, rechazan al Dios del universo y aceptan otra filosofía o otra doctrina que el mundo les ofrece.  Añadiendo incredulidad al insulto, éstas personas afirman que la Palabra de Dios no es verdadera, que Sus promesas no son reales y por lo tanto lo rechazan.  ¿Quién podría imaginarse que aquellos que fueron comprados por Su sangre derramada y a quienes Cristo quiere dar vida más abundante, lo rechazan y aceptan la filosofía de individuos como Freud, Jung, Rogers, Maslow, Adler, etc. (hombres ateos y hostiles al Cristianismo) para ayudarlos a vivir la vida cristiana?  ¿Puede existir un rechazo más doloroso de nuestro Señor por Su propia gente a quién Él redimió con Su propia sangre?

El notorio hereje llamado Norman Vincent Peale (el cual dijo en televisión que existen otros caminos hacia Dios aparte de Jesucristo) fue elogiado por Billy Graham y otros líderes de iglesias evangélicas.  Fue Peale quien introdujo la psicología / psiquiatría en la iglesia hace 70 años.  Por décadas la comunidad evangélica rechazó ésta intrusión del enemigo como una herejía destructiva de la fe pero finalmente sucumbió a la "canción de la sirena."  Hoy en día, la psicología y la psiquiatría secular, que son las profesiones más ateas, son aceptadas totalmente por la iglesia evangélica.

¿Cómo pudo haber pasado esto?  Esto sucedió cuando a los "cristianos" se les ocurrió bautizar la psicología añadiéndole la palabra "cristiana".  Esa mentira convenció  a los cristianos de la increíble ficción que la Palabra de Dios no provee la orientación suficiente para nuestras vidas y que necesitamos ayuda adicional de parte de gente incrédula y de gente que odia a Cristo para poder nosotros vivir nuestras propias vidas por Cristo.  Así lo declaró la revista semanal "Newsweek" hace algún tiempo:

"Los cristianos se están dando cuenta que el haber ‘nacido de nuevo' no es una vacuna en contra de las enfermedades mentales y emocionales.  Y la solución para éste problema es: La Psicoterapia Cristiana.  Esto es un nuevo método, con fines de lucro, que está buscando nuevos mercados ofreciendo a los evangélicos una dirección diferente, basado en la Biblia, de resolver problemas de ansiedad, depresión, abuso sexual y esquizofrenia.  El psiquiatra Steven Shultz, que es el director del centro médico en Fort Worth, Texas, nos dice: ‘Nosotros usamos las mismas enseñanzas, principios y técnicas que otros psiquiatras, pero lo hacemos dentro del contexto de que somos cristianos.'"

¡Que confesión tan inaudita y tan acusadora! No existe tal cosa como "dentro del contexto cristiano" en la psicoterapia, la cual no existía hasta 1,800 años después que Jesucristo pagó el castigo por nuestros pecados y el evangelio empezó a ser predicado.  Lo que Shultz dijo está bien claro, ya que para los cristianos psicoterapistas lo que dijo Pablo, "Cristo está en ti, la esperanza y la gloria" son palabras sin ningún significado.  Además si todos creyeran en Cristo, encontrarían "la paz  mediante la sangre de su cruz" (Colosenses 1:20), obedecerían Su Palabra y la verdad los haría libres y los psiquiatras y psicólogos, ya sean "cristianos" o no, no podrían ganarse el sustento diario por falta de clientes.  La industria con fines de lucro está siendo bien protegida y bien promocionada por sus adherentes al costo eterno de muchas almas.

Bajo el liderazgo de algunos hombres que "han entrado encubiertamente" (Judas 4), el descenso continúa en lo que se refiere al respeto y defensa de la "fe que ha sido una vez dada a los santos" (Judas 3), acciones que aunque ya fueron pronosticadas, el hecho que las estamos viendo en nuestros tiempos es de todas maneras sorprendentes.  Cientos de ejemplos pueden darse.  La organizaciones YMCA (Young Mens' Christian Association -La Asociación de Jóvenes Cristianos) y la YWCA (Young Women's Christian Association - La Asociación de Jóvenes Cristianas) se fundaron originalmente como organizaciones cristianas, pero ahora son unos antros de yoga y actividades que están tan lejos del evangelio de Jesucristo como es posible estarlo.  El evangelio de salvación, predicado por la Reforma, basado en la gracia a través de la fe en Cristo solamente, ha sido traicionado y pactos se han hecho con la Iglesia Católica Romana y como consecuencia ciertos ritos y actividades son practicadas hoy en día por los Luteranos, Calvinistas y otros, como el bautismo de infantes para adquirir la salvación y también el hacer alarde de la "presencia real" de Cristo en la conmemoración del pan y del vino.  Numerosos protestantes evangélicos "eruditos en la Biblia" abiertamente rechazan la inspiración, la autoridad y las profecías de las Escrituras y aún así son constantemente halagados por los líderes evangélicos.

Las primeras universidades de los Estados Unidos como Harvard, Yale, Princeton, Brown, Dartmouth, etc. fueron fundadas por cristianos como centros para difundir el evangelio de Cristo para la gloria de Dios.  Hoy en día tales universidades son antros que proclaman el ateísmo y religiones falsas..  Harvard, por ejemplo, fue fundada en 1636 para entrenar ministros evangélicos.  Hoy en día, su Escuela de Divinidad con mucho orgullo declara que está abierta a cualquier religión.  Su último director fue un sacerdote Católico y su director en la actualidad es un profesor erudito en Estudios Islámicos y muy respetado por Musulmanes.  El director de su Centro para el estudio de religiones del mundo es un especialista en Budismo el cual ha cambiado el coro de la escuela dominical al decir; "Buda me ama, esto lo sé porque el Dharma me lo dice así".  Con su ingreso financiero de millones de dólares y el apoyo de parte de Cristianos, la universidad de Harvard y su Escuela de Divinidad son bastiones de liberalismo, ecumenismo, feminismo radical, relativismo y retórica hostil al Cristianismo.  ¿Es esto un progreso hacia una verdad superior?

El hombre se cree que es él que está a cargo, o que es él que manda en el universo.  En su razonamiento finito él quisiera que el Dios que realmente lo creó, diera un paso atrás y lo dejara a él, al hombre que se hiciera cargo del universo.  De esta manera Dios haría caso a la promesa que la serpiente hizo a Adán y a Eva de ser dioses ellos mismos. En realidad, Dios ha hecho exactamente eso por 6,000 años, excepto cuando responde una oración recta y sincera, entonces interviene a favor de Su gente y ejecuta Su juicio cuando es absolutamente necesario, como en el caso de Israel, para mantener Su integridad.

¿Cómo podemos asociar el amor, la justicia y el juicio?  Jesús dijo: "Yo reprendo y castigo a todos los que amo, sé pues, celoso, y arrepiéntete" (Apocalipsis 3:19).  Si Dios no fuera absolutamente fiel en cumplir con sus advertencias de juicio, ¿quién entonces podría creer en sus promesas de perdón y bendición?  El amor, la justicia y el juicio van juntos.  No puede haber justicia sin juicio y tampoco puede haber amor sin justicia.

Ya no sería el amor de Dios al no castigar la maldad y en fallar de rescatar a aquellos atrapados en las redes de Satanás. Pero, la salvación puede venir solamente basada en la justicia hecha sobre la penalidad pagada en su totalidad y es dada solamente a aquellos que han aceptado que tal castigo fue pagado por Cristo por su beneficio.  Y que esa fe salvadora en Cristo puede obtenerse a través de la confesión que Él fue castigado justamente en nuestro lugar.

Que el amor de Cristo nos impulse a llorar por los perdidos y que también nos motive a presentar el evangelio a todos aquellos que escuchen.  Y aceptando la vida que Él nos da, no vivamos solamente para nosotros, "sino para el que murió por (nosotros) y fue resucitado" (2 Corintios 5:15) .


Título en inglés: "Love, Justice, and Judgment"