El JESÚS QUE EL MUNDO AMA | thebereancall.org

T. A. McMahon

Publicado originalmente en Diciembre de 2008

Esta es una versión actualizada de un artículo del “Llamamiento Bereano” que escribí en 2008. Normalmente, cuando escribo algo para el ministerio, mi objetivo es corregir algo que ha alejado a los cristianos de la verdad bíblica. Siempre tengo la esperanza de poder encaminarlos de regreso a lo que la Escritura enseña y siempre espero que de ésta manera los alejará de sus creencias o prácticas bíblicamente erróneas. Soy un eterno optimista confiando en que simplemente mostrando cómo las falsas enseñanzas o prácticas se desvían de la Palabra escrita de Dios, lo que escribo será efectivo. Sin embargo,  mis metas de éxito dejan mucho que desear.

Este artículo, escrito hace catorce años, es un ejemplo de lo que yo y muchos otros que nos denominamos apologistas (dando razones y defendiendo la fe; 1 Pedro 3:15) confrontamos a veces en el cumplimiento de nuestros ministerios. El título, "El Jesús que el mundo ama" presenta un gran obstáculo a superar. El mundo, que rara vez busca en la Biblia información acerca de Jesús, está satisfecho con cualquier otra fuente, siempre y cuando su Jesús esté desprovisto de juicio, exclusividad, negatividad, y pueda reflejarse en el sistema de creencias de cada uno. A muchos les "gusta" Jesús, incluyendo algunos ateos que hablan muy bien del carácter de su Jesús. Los gurús hindúes que inundaron el occidente durante la década de 1980, escribieron libros que describen a su avatar "Jesús".  Los clérigos islámicos alaban a Jesús (Isa en árabe), aunque niegan que Él sea el Hijo de Dios (es decir, Alá, que no tiene hijo).

Todo eso se espera del mundo. Sin embargo, en nuestros días, cuando gran parte de la iglesia está fuertemente influenciada por el mundo, el "Jesús" que el mundo ama, a menudo se refleja en las creencias de los cristianos profesantes, así como en algunos de los que profesan haber nacido de nuevo. Un falso Jesús, que manifiesta características que apelan a la naturaleza carnal de los cristianos, es un dispositivo poderosamente seductor de Satanás, que es "el dios de este mundo" (2 Corintios 4: 3-4).

Aquellos que profesan ser cristianos, a menudo tienen ideas acerca de Jesús que son tan erróneas como aquellas personas que dicen no ser cistianos. Por ejemplo, los testigos de Jehová creen que Jesús es un dios creado y que también es el Arcángel Miguel. Los mormones creen que Jesús es el hermano espiritual de Lucifer y que estaba casado y tenía hijos. Los seguidores de la Ciencia Cristiana y las religiones de la Ciencia Religiosa creen que Jesús fue simplemente un hombre sobre quien vino el "empoderamiento de Cristo". Los católicos romanos creen que el pan y el vino de la Eucaristía pueden ser transubstanciados o cambiados, en el cuerpo literal y la sangre de Jesús, que luego se ingiere en el estómago.

Los luteranos creen que Jesús está consustanciado, o presente, "en, con y debajo" del pan y el vino de la comunión. Tales creencias, que no son bíblicas, son solo algunos entre cientos de otras promovidas por varias denominaciones y cultos que se denominan cristianos. Sin embargo, lo que es aún más desconcertante, es que como resultado de una investigación acerca de Jesús hoy en día entre aquellos que se llaman a sí mismos evangélicos (¡Cristianos creyentes en la Biblia!), con demasiada frecuencia revela "otro Jesús" y un "falso Cristo". ¿Cómo puede haber sucedido eso?

Comencemos con cómo uno llega a un verdadero conocimiento y relación con Jesucristo. Se comienza con un simple entendimiento del evangelio, que Jesús es Dios, quien se hizo hombre para salvar a la humanidad de la separación eterna de Dios, que resultó del pecado del hombre. Jesús pudo satisfacer la justicia perfecta de Dios por Su pago de una vez por todas por los pecados de la humanidad, a través de Su muerte en la Cruz. Su resurrección de entre los muertos asegura la salvación de todos aquellos que reconocen ante Dios su pecado y su esfuerzo fútil de querer salvarse a sí mismos, y que por gracia a través de la fe aceptan el sacrificio de Cristo, en Su nombre y Su regalo gratuito de la vida eterna. Así es como uno se reconcilia con Dios y nace de nuevo espiritualmente. Así es como comienza la relación con el Jesucristo bíblico.

Aunque esa relación es sobrenatural, en el sentido de que todo verdadero creyente en Cristo es habitado por Dios, sin embargo, progresa, como lo hace cualquier buena relación, a medida que uno va conociendo más a la persona con la cual uno tiene tal relación.  

La forma principal en que se desarrolla una relación con Jesús, es leyendo la revelación que Él ha hecho de sí mismo y es revelada en Su Palabra. Esta es la única manera de obtener información específica acerca de Él, que es objetiva y absolutamente verdadera. Además, no solo el contenido de las Escrituras es inspirado por el Espíritu Santo, sino que ese mismo Espíritu de Verdad se les da a los creyentes para que puedan entender el contenido de la Palabra de Dios.   Entonces, ¿cómo podrían aquellos que profesan seguir la Palabra de Dios llegar a ideas erróneas acerca de Jesús? Lamentablemente, muchos están obteniendo su información acerca de Jesús de fuentes fuera de la Biblia o de segunda mano de aquellos que afirman estar enseñando lo que la Biblia dice acerca de nuestro Señor.

Para demostrar cuán ridícula, es una relación que depende de tales fuentes de información, considere lo que podría sucederle a un esposo y una esposa que intentan formar una relación íntima entre sí estuvieran confiando en las ideas de otras personas que dicen conocerlos. Esa es una receta segura para el fracaso, sin embargo, los cristianos a menudo acuden a fuentes extra bíblicas para obtener su conocimiento de Jesús.

Hace años, la asombrosa popularidad del libro “La Cabaña” (The Shack), entre los evangélicos, fue solo uno entre muchos ejemplos de representar a un Jesús que es ajeno a la Biblia y aún cosas peores. ¿Cómo describió el autor a Jesús? Él lo caracterizó de una manera con la intención de que algunas personas se sientan más cómodas con Él, sin embargo, el Jesús de la Cabaña es claramente un falso Cristo. Es un "buen joven", al que le gusta arreglar las cosas y le "gusta cocinar y hacer jardinería".

Se ríe de los chistes groseros, es un poco torpe, se dedica a la pesca de truchas, persiguiendo a una mientras corre sobre el agua, construye un ataúd para el cuerpo de una niña y disfruta besando, abrazando y riendo con los otros dos miembros de la "Trinidad". El libro está lleno de diálogos de los personajes de Dios el Padre (retratado como una mujer afroamericana de sobrepeso), el Espíritu Santo (una pequeña mujer asiática) y Jesús. Los tres hablan como los "oráculos de Dios", dando ideas y explicaciones que no se encuentran ni son coherentes con las Escrituras. Algunos lectores entusiastas, dicen que las palabras y las interacciones con la Trinidad los han consolado, han respondido preguntas difíciles acerca de su fe y han hecho que la persona del Señor les parezca aún más real.

La realidad es que el autor, basado en su propia imaginación, ha puesto sus palabras en boca del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que luego son percibidas por multitudes como "así dice el Señor". Esta no es solo una fuente falsa de segunda mano, sino que por lo menos es la arrogancia de la falsa profecía, blasfemia e idolatría, en el peor de los casos. Es el hombre, haciendo a Dios a su propia imagen caída.

Más influyente entre los evangélicos que “La Choza” es “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson, que se convirtió en un gran éxito de taquilla, gracias principalmente al apoyo evangélico. Disponible ahora como un "DVD de edición definitiva", presenta, para aquellos que quieren que se explique la teología católica oficial de la película, una discusión con el director Mel Gibson, junto con un apologista católico y dos sacerdotes católicos que fueron los consultores teológicos de la película. La película tiene un falso evangelio, un falso Cristo, y está cargada de escenas supuestamente bíblicas, producida por las mentes de Gibson y una monja católica, dada a alucinaciones místicas. Sin embargo, continúa siendo utilizado ampliamente por las iglesias evangélicas, especialmente durante la Cuaresma y la Semana Santa.

En respuesta a la pregunta "¿Qué piensas de Jesús?", millones de personas que vieron la película ahora creen erróneamente que Jesús,  fue confrontado por Satanás en el Jardín de Getsemaní, fue arrojado de un puente por sus captores y colgado de una cadena, que Su imagen fue capturada para la posteridad en el velo de una mujer llamada Verónica, cuando sobrellevando Su cruz comenzó a caer, levitó para no caer a la tierra y, lo más contradictorio con el evangelio, fue la flagelación despiadada que sufrió como pago por los pecados de la humanidad.

Estas son solo algunas de las imágenes que no son bíblicas y que el mundo y muchos en la iglesia han agregado en su percepción de Jesús. Las películas son la forma más popular de difundir información superficial y, por lo tanto, desinformación. Los largometrajes sobre Jesús y Dios han puesto ideas erróneas sobre ellos en los corazones y las mentes de las masas: Jesucristo Superstar; La última tentación de Cristo; Bruce Todopoderoso; El Código Da Vinci; Judas; ¡Dios!; Oh Dios, Libro II; Jesús de Nazaret, por nombrar sólo algunos.

¿Qué pasa con las películas bíblicas que supuestamente son "bíblicamente más precisas”, aquellas que toman las palabras directamente de las Escrituras; por ejemplo, cuando tienes un actor interpretando a Jesús que dice solo las palabras de Jesús que se encuentran en la Biblia, ¿eso hace que la representación sea más precisa? ¿Más preciso que qué? ¿Acaso el actor representa físicamente a   Jesús o habla como Jesús o refleja el comportamiento piadoso de Jesús? Más críticamente, ¿puede imitar con precisión al Dios-Hombre, al Creador del Universo, aquel en quien consisten todas las cosas? Incluso si pudiera, lo cual es imposible, ¡seguiría siendo una imitación! Además, dejará a millones, incluidos los creyentes, con una imagen de un falso "Cristo".

Algunas de estas películas son intentos sinceros de comunicar el contenido y las historias de las Escrituras a través de medios visuales. Aunque sinceros, están condenados al fracaso con respecto a la verdad. ¿Por qué? Además de lo que se señaló anteriormente, la Biblia es una revelación objetiva de Dios dada en palabras. Todos los intentos de traducir visualmente esas palabras abandonan la revelación objetiva en favor de la interpretación subjetiva.

Tome un pasaje de las Escrituras, por ejemplo, y haga que cinco personas describan su comprensión del versículo basado en el contexto, la estructura gramatical y el significado normal de las palabras. La mayoría de las veces, las interpretaciones serán bastante similares. Si a uno de los cinco se le ocurre algo muy diferente, se puede corregir simplemente comprobándolo objetivamente con el contexto, la gramática y las definiciones aceptadas de las palabras en el pasaje.

Por otro lado, ¿qué pasaría si cinco cineastas tradujeran el pasaje visualmente? El resultado serían cinco representaciones muy subjetivas y bastante diferentes. Incluso si solo un cineasta tradujera visualmente el verso y cuatro personas intentaran interpretar la imagen, es probable que tenga cuatro puntos de vista diferentes, porque el medio no tiene criterios objetivos comparables a los de las palabras. ¿Estamos captando la verdadera "imagen" en éste párrafo? Las imágenes no son la forma de comunicar la verdad objetiva.

Dios no hizo dibujos en las tablas que le dio a Moisés. Su mandato continuo a Moisés y a Sus otros profetas fue escribir Sus instrucciones. Las imágenes visuales estaban en el corazón de la adoración pagana utilizada por personas cuyas vidas se centraban en los ídolos, el principal subproducto era la superstición desenfrenada. Lo mismo ocurrió con las iglesias medievales católica romana y ortodoxa, que alimentaron a sus seguidores con imágenes en lugar de enseñarles a leer y escribir (como los judíos habían hecho con éxito desde la época de Abraham). Incluso hoy en día, la superstición continúa siendo rampante dentro de esos sistemas religiosos orientados visualmente.

La pregunta necesita ser repetida: ¿De dónde saca el mundo sus ideas acerca de Jesús? La mayoría de los que no son cristianos, solo saben lo que han captado de fuentes que consideran cristianas, aunque rara vez el contenido es bíblico. Muchos judíos ponen su creencia firmemente en las supuestas historias talmúdicas que se oponen a los relatos del evangelio. Se les ha enseñado que Jesús era un hijo ilegítimo que nació de una ramera y un sinvergüenza. Declarándose a sí mismo como el Mesías, realizó curaciones por brujería y, como consecuencia, fue apedreado y luego colgado de un árbol por su magia y blasfemia de afirmar ser el Hijo de Dios. Los budistas, como el muy popular Dalai Lama, consideran a Jesús como un dios iluminado, entre las multitudes de dioses reencarnados para el servicio de la humanidad.

Increíblemente, las creencias erróneas anteriores sobre Jesús son fomentadas dentro del cristianismo profesante, por prácticas populares entre las comunidades de la Iglesia Emergente y aquellos involucrados en el Movimiento Contemplativo. Algunos invitan a los seguidores de las religiones del mundo a la "conversación" con el fin de aprender más acerca de Jesús desde una perspectiva pluralista. El objetivo parece ser establecer un Jesús que sea aceptable para las personas de todas las religiones o aquellos sin fe. Un refrán común que se escucha de las comunidades emergentes es "Amamos a Jesús, pero no a su iglesia". Ciertamente, como la iglesia se ha acomodado o se arraigado con el mundo, hay mucho que yo tampoco estoy de acuerdo. Sin embargo, tristemente, para muchos, no es ni al Jesús bíblico a quien aman ni a la iglesia bíblica lo que apoyan. Algunos están bajo la ilusión de que Jesús se está volviendo más respetado en nuestra cultura. Ese nunca ha sido el caso del Jesús revelado en las Escrituras (Juan 15:18).

El Jesús que el mundo ama ha engañado y continúa engañando al mundo en su blasfemia, y más gravemente, a la iglesia. La última manifestación de promoción de un falso Cristo, es la serie de películas internacionalmente muy popular llamada “Los Elegidos” (The Chosen). Su influencia entre los evangélicos es impactante, considerando el hecho de que es producida por miembros fieles a “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” (mormones), y todo lo que presenta es idolatría visual.

Lo que está sucediendo en la iglesia hoy en día, es el cumplimiento de la profecía dada en 2 Timoteo 4:3-4: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Ore por discernimiento por aquellos que han sido seducidos y tomados cautivos por las fábulas de “Los Elegidos”.

TBC