FOMENTANDO EL ENGAÑO PSICOLÓGICO: LA REVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA – PRIMERA PARTE | thebereancall.org

TBC Staff

Lo que está escrito a continuación son extractos de la publicación titulada:

“Estados Unidos, el Nuevo Aprendiz del Hechicero: El Auge del Chamanismo de

la Nueva Era.” Escrito en 1988, este libro documenta el desvío de Estados

Unidos a conceptos y prácticas que están arraigados en el misticismo oriental.

No debe haber duda de que el Occidente está siendo invadido por las creencias

del Oriente, en particular que todos somos Dios, algo que supuestamente hemos

olvidado. Por lo tanto, es imperativo que seamos restaurados a nuestra divinidad,

especialmente a través de antiguos y modernos estados alterados de dispositivos

de conciencia. Esto es hechicería, que la Escritura declara que dominará en los

últimos días. Los chamanes descarados de este movimiento son los

psicoterapeutas de hoy. NOTA: Todas las referencias a nombres y

organizaciones dados a continuación se pueden encontrar en el libro

mencionado.

En lugar de abandonar su profesión, que obviamente está en bancarrota, muchos

psicólogos y psiquiatras han agravado su error al tratar de reforzar su “casa de

cartas” colapsadas con misticismo oriental de una forma u otra. Después de

haber fracasado miserablemente en tratar de cambiar el comportamiento de sus

clientes, los psicoterapeutas se sumergen más profundamente en su sombrero de

seda y han extraído estados alterados de conciencia, la misma magia utilizada

durante mucho tiempo por los “psicólogos tradicionales del Este”: los gurús, los

yogas y los chamanes. Un cambio de conciencia se ha convertido en la clave de

todo, a pesar de que nadie sabía lo que se estaba cambiando.

Cada vez más psicólogos y psiquiatras están siendo atraídos al misticismo

oriental debido a su descubrimiento de que ofrece la transformación misma de la

conciencia que la psicoterapia busca llevar a cabo. En la 25a Reunión Anual de

la Asociación de Psicología Humanista, celebrada del 5 al 9 de agosto de 1987,

los participantes compartieron el  renacimiento de la canalización, , sanidad de

energía, asesoramiento metafísico, así también como “conscientización de trabajo en grupo”.

 Los programas tradicionales de meditación matutina yoga y de programas  aeróbicos, fueron mejorados con  “algunas nuevas técnicas de sincronización de alta

Tecnología, involucrando el cerebro en su totalidad”.

Representantes de esta tendencia creciente, el psiquiatra Rudolph Ballentine y el

psicólogo clínico Allan Weinstock, han estudiado con gurús en la India.

Weinstock es ahora conocido como Swami Ajaya, después de su ordenación como

monje hindú. Ballentine y Ajaya se unieron a Swami Rama del Instituto

Himalaya de Chicago en la co-autoría de “Yoga y Psicoterapia: La Evolución de

la Conciencia”. En esa publicación, explicaron que el yoga “ha ofrecido durante

miles de años”, aquello que los psicoterapeutas occidentales “estában buscando”. Como

ha dicho el profesor de la Universidad de California, Jacob Needleman: “Un

gran y creciente número de psicoterapeutas ahora están convencidos de que las

religiones orientales ofrecen una comprensión de la mente mucho más completa

que cualquier cosa que la ciencia occidental haya previsto. Al mismo tiempo, los

propios líderes de las nuevas religiones —los numerosos gurús y maestros

espirituales que ahora están en el Occidente— están reformulando y adaptando

los sistemas tradicionales, de acuerdo con el lenguaje y la atmósfera de la

psicología moderna.

La religión oriental y las diversas formas de ocultismo, ahora están

empaquetadas en terminología psicológica para el consumo público del siglo veinte.

La versión de “autorrealización” de Abraham Maslow, debería haber sido fácilmente

reconocida como una versión occidentalizada de la “autorrealización” del yoga,

pero esta conexión fue lenta en ser reconocida como tal. El psicólogo Daniel Goleman, fue uno de los primeros en señalar que las filosofías orientales “parecen estar

avanzando gradualmente (en el Occidente) como psicologías, no como otras

religiones” Esa transmutación no debería haber sorprendido a nadie, ya que

como explica LeShan, “El modelo básico del hombre que condujo al desarrollo

de técnicas de meditación (orientales) es el mismo modelo que condujo a la

psicoterapia humanista.

“La mujer de la medicina de Beverly Hills”, Lynn Andrews, dijo recientemente a

Los Angeles Times: “El chamanismo es realmente como la terapia prevalente.

Es como la terapia primaria, con bastante influencia de Carl Jung”.

Según el psiquiatra de investigación E. Fuller Torrey, “Las técnicas utilizadas

por los psiquiatras occidentales, están con pocas excepciones, exactamente en el

mismo plano científico que las técnicas utilizadas por los médicos brujos. El

recipiente del premio Nobel Richard Feynman, describe la psicoterapia “no como

una ciencia... sino más bien como medicina de brujos”.

Después de haber ridiculizado y desacreditado durante casi 80 años la creencia

universal que ha existido por mucho tiempo con referencia a cosas espirituales,

los psicólogos han comenzado a reintroducir antiguas creencias y prácticas

ocultas, pero con nuevos nombres o etiquetas, refiriéndose a su propio “potencial humano”, en cambio de provenir de entidades espirituales.

Muchas de las mismas palabras y rituales se utilizan, pero con significados alterados que tratan de ajustarse a la nueva religión de la psicología. Dios es ahora “el inconsciente colectivo” y los espíritus se han convertido en “divisiones de la psique”.

La brujería está fuera del capullo y está volando libremente, habiéndose

metamorfoseado en una “terapia” social y académicamente aceptable. Y los

seguidores de esta nueva religión son vulnerables al horror que se les ha

prometido, que es sólo un mito. El cebo en el anzuelo, es la promesa de que dentro de

la psique, existe un potencial infinito que está esperando el descubrimiento y la

exploración, pero el tesoro es dispensado por “espíritus”.

 En el proceso de someter a sus pacientes a los “análisis de sueños” y trance

hipnótico en busca de recuerdos de la infancia, Freud  “descubrió” que había un

lado inconsciente de la conciencia, y concluyó que era de hecho la parte más

importante. También sospechó que podría ser de mayor alcance que la propia

experiencia del individuo. Jung decidió (con el apoyo de su guía espiritual,

Filemón) que a este nivel inconsciente todas las mentes eran parte de algo que él

llamó “el inconsciente colectivo” y describió como la fuente de poderes místicos.

Sin ninguna base científica, estas creencias gemelas fueron aceptadas fielmente

por los discípulos de Freud y Jung y se convirtieron en la base de las muchas

psicologías y terapias que vinieron después. Como resultado, casi todo el mundo

ahora acepta como hecho científico la creencia religiosa de que esta vasta región

inexplorada del “espacio interior”, es un reservorio de poderes mágicos que

superan incluso la fantasía de ciencia ficción, no importa que tan extraña o

salvaje sea.

Los líderes de seminarios de superación personal, nos aseguran que simplemente

mirando dentro de nosotros mismos, podemos descubrir toda la verdad, todo

conocimiento y todo poder. Con el fin de extraer este potencial humano

presumiblemente ilimitado, los psicólogos han intentado explorar la conciencia a

través de los estados alterados del misticismo oriental, estados de conciencia que

primero fueron explorados a través de la hipnosis, luego el LSD. Curiosamente,

se decidió que cuando uno más se retiraba de la conciencia normal, más

“iluminado” se volvía.

El nivel más bajo fue asignado a los estados ordinarios de conciencia, mientras

que la “conciencia” requería perder el contacto con lo que generalmente se considera percepción normal, para poder alcanzar ese estado de “iluminado. Por lo tanto, cualquier base para la evaluación objetiva de la experiencia debe ser cedida, para alcanzar la”iluminación”, algo que uno puede catalogar como muy sospechoso. Las sospechas también deben surgir por otro lado. Como nos dicen ShirleyMacLaine y tantos otros, uno descubre sorprendentemente en este “estado superior de consciencia”, en que uno es en realidad ”Dios”. Curiosamente nuestra supuesta unidad con “Dios” o “el inconsciente colectivo” de Jung, ha sido la repetición constante de las entidades canalizadas a través de la historia.

Con referencia al Canalizamiento, Jon Klimo nos recuerda: ”Prácticamente

todas las fuentes por encima de los niveles astrales nos dicen que... estamos

evolucionando... hacia un eventual reencuentro con el único Dios, que es la

identidad fundamental de Todo lo que es... Las diversas enseñanzas ocultas,

esotéricas y misteriosas de la escuela, repiten el tema. La iluminación implica

darse cuenta del estado ilusorio de nuestra experiencia diaria, y despertar a la...

unidad de todos”.

Stephen Williamson, director del Instituto de Investigación Bioacústico, advierte

contra técnicas cuyo objetivo es eludir la mente consciente y racional, donde la

información es aceptada o rechazada.

Sin embargo, esta es precisamente la condición de uno en el ”estado alterado”;

que buscan millones de personas para la”iluminación”. Y Herbert Benson, a

pesar de algunas advertencias ambivalentes, incluso recomienda su técnica de ”Respuesta de relajación”, como un medio de”pasar al llamado estado hipnótico”; precisamente porque, como él dice, “en este estado de comunicación hemisférica izquierda-derecha mejorada... se produce ‘receptividad cognitiva’ o ‘plasticidad de la cognición’ en la que realmente cambias la forma en que uno ve el mundo”. Realmente no parece ser aconsejable hacer un cambio importante en el pensamiento en un estado mental tan fluido. Esta promoción activa de estados alterados delirantes, por parte de destacados miembros de las profesiones médicas y psicológicas, ha dado a la revolución de la Nueva Era un aura inmerecida de credibilidad ”científica”, que ha persuadido a millones de

personas a involucrarse.

Ignorando el entendimiento y aceptando la experiencia, la felicidad (o casi

cualquier otra cosa), se ha convertido simplemente en un estado de conciencia

que se busca como un fin en sí mismo. Al centrar el enfoque hacia adentro, la

obsesión Freudiana/Jungiana, con el inconsciente, ha generado una colección de

autoísmos: amor propio, auto aceptación, superación personal, autoestima,

autoconfianza, etc., etc. Hace solamente 40 años atrás, el egocentrismo era

considerado un fracaso humano, y nada atractivo. Hoy en día, el “yo” es el

centro de la mayoría de las psicoterapias, el dios en cuyo altar casi todo el

mundo se inclina para pedir favores, porque ahora se considera la esperanza de

la humanidad, la fuente inagotable de la salvación del hombre. “Todo lo que

necesitas está dentro de uno”; es la audaz promesa de los modernos estafadores de

innumerables técnicas ingeniosas, para aprovechar el infinito en uno.

El mirar dentro de uno mismo, para entrar en contacto con los sentimientos, sin

embargo, sólo intensifica la soledad y la alienación que las parejas sienten que

cuando están tratando de aprender a vivir entre sí, mientras que al mismo tiempo

uno está “Buscando por Uno Mismo”, como ese libro más vendido instruyó.

“Tratar con el estrés”; se ha convertido en un pasatiempo nacional, y los viejos

métodos de abnegación, autocontrol y conteo hasta diez, son ahora demasiado

laboriosos. Todo el mundo quiere una solución rápida, una fórmula mágica, y

hay miles de expertos que dicen tener la técnica definitiva.

Podemos ver ahora una técnica bastante usada por la antigua religión de la

naturaleza versus el escenario bíblico. Es el mismo antiguo politeísmo/

panteísmo/científico, resucitado con un nuevo giro y una oposición aún más

abierta al sobrenaturalismo. La nueva forma de entrar en contacto y adorar a la

naturaleza, es ponerse en contacto y adorarse a sí mismo, como la forma más

evolucionada de la naturaleza. El degradante supuesto mito bíblico de la

separación rebelde del hombre de Dios, ha sido reemplazado por el mito más

positivo de la psicología de la alienación del yo. El pecado ya no es la raíz de los

problemas de la humanidad; el problema como se percibe ahora, es simplemente

la ignorancia de la verdadera identidad y el valor de uno. Sin embargo, no hay

explicación de cómo los seres perfectos podrían haber “olvidado” quiénes eran,

ni ninguna garantía de que esta misteriosa ignorancia, una vez disipada al

alcanzar un estado “superior” de conciencia, no volverá a surgir.

Los sentimientos subjetivos (y cómo fabricarlos y manipularlos), inevitablemente

se han vuelto muy importantes. Cómo uno se siente es ahora el único criterio,

mientras que cómo uno debe comportarse o actuar, ha perdido todo significado.

Puesto que la conciencia es susceptible de control por cada individuo, ya no hay

restricciones morales involucradas. En la justificación del fomento del

hedonismo de la psicología, Esalen, ha ofrecido técnicas para ”reconocer que tus

sentimientos—tus descubrimientos— son tu verdad, sin necesidad de validación

externa”. Fue este evangelio revolucionario, predicado por psicólogos, sociólogos y educadores, el que creó la generación llamada “haz lo que te plazca” o la “generación Yo”.

Las teorías básicas que construyeron Haight Ashbury y Woodstock (y que fueron

finamente modificadas en Esalen), siguen siendo promovidas por psicólogos

humanistas, como un evangelio verídico. Los que una vez fueron los llamados

“jóvenes de flores” de los años cincuenta y sesenta, son los médicos, abogados,

políticos, maestros, profesores universitarios, psicólogos, trabajadores sociales y

científicos altamente respetados que ahora se han convertido en nuestros líderes.

La revolución de la conciencia generada por las drogas que fracasó en los años

cincuenta y sesenta nos está siendo alimentada de arriba hacia abajo, reciclada y

envuelta, como si fuera un regalo, en brillantes listones de miles de psicoterapias

y técnicas de superación personal.

Ese tipo de pensamiento tiene una larga historia que debería servirnos de

advertencia hoy en día. Freud estaba convencido de que la cocaína era la droga

maravilla de su época, y algunas de sus teorías sin duda fueron conjuradas,

mientras estaba bajo su influencia. Además de usarlo él mismo, lo recetó para

otros, resultando en la muerte de uno de sus amigos. Incluso Bayer, la muy

considerada compañía farmacéutica alemana, ofreció heroína al mundo como

un nuevo y prometedor medicamento para la tos en 1888, un año antes de que se

introdujera la aspirina. Sería una tontería pensar que hemos ido más allá de tales

delirios. En “Drogas Psiquiátricas: Peligros para el Cerebro”, el psiquiatra Dr.

Peter Breggin señala: “Todas las principales drogas psiquiátricas son altamente

neurotóxicas (venenosas para las células nerviosas), todas con frecuencia

producen disfunción cerebral generalizada en su rango de dosis terapéuticas de

rutina; y todos logran su principal efecto primordial en el paciente, causando

algún grado de disfunción cerebral”.

Como ya hemos observado, sin embargo, la meditación oriental, la meditación

trascendental y otras formas de yoga, incluyendo posturas y respiración,

producen un estado de conciencia alterado similar (pero potencialmente aún

más poderoso) que el causado por las drogas. “Buda reconoció sólo un milagro:

la transformación de la conciencia humana”. Esa transformación es el objetivo

principal de prácticamente todas las psicoterapias hoy en día.

Cada vez más investigadores y personas que han practicado la meditación, están

advirtiendo al mundo que las diversas técnicas para alterar la conciencia, son mucho

más letales que la cocaína o la heroína. Sin embargo, casi nadie parece estar

escuchando. Ninguna agencia reguladora del gobierno ha requerido etiquetas de

advertencia sobre Yoga, Meditación Trascendental, o las muchas psicoterapias

que se basan en metodologías peligrosas que alteran la conciencia. Algunas de

estas técnicas están diseñadas específicamente para imitar los estados inducidos

por drogas. La situación es espeluznante.

Después de usar LSD en unos 4.000 pacientes, el psiquiatra de origen Checo

Stanislav Grof (durante varios años en Residencia en Esalen) desarrolló su

técnica “;respiración holotrópica”.  Grof hizo el descubrimiento de que “la

respiración (holotrópica) en sí misma tenía efectos psicodélicos, desencadenando

un viaje mental que corrió la gama de sueños estando despiertos y escenas retrospectivas

a recuerdos de nacimiento, recuerdos de vida pasadas y encuentros con seres

espirituales”. Durante un estudio que duró un fin de semana, un observador

utilizando el método Grof y dirigido por el psiquiatra de UCLA Curt Batiste en

Sky High Ranch en Palmdale, California, informó: “Los participantes estaban

tendidos en la alfombra del piso respirando con cierto gusto. En cuestión de

minutos, la habitación se transformó en las entrañas de un manicomio,

empezaron a escucharse gritos y gemidos profundos de muchos de los

participantes.... (Una mujer) tuvo una visión de sí misma en el cuerpo de un

hombre, caminando por una calle hace cien años, preparándose para violar a

una serie de mujeres”. “Yo era él”, exclamó.

Aquellos que se dedican a tales prácticas del ocultismo, parecen salir a veces de

esta algarabía con “perspectivas más profundas” y experimentan cambios

“positivos” en sus vidas. Sin embargo, los beneficios generalmente no duran, y

con demasiada frecuencia, surgen nuevos problemas para reemplazar los que se

trataron originalmente. Sin embargo, el juego continúa. No parece haber límite

a la fe puesta en este reino mágico, pero inexplicable de la conciencia o a los

poderes divinos que sus devotos esperan adquirir, a través de la entrada en

estados alterados y, por lo tanto, aprovechando el inconsciente colectivo. Es

asombroso que esta fe persista a pesar de la evidente absurdidad, las

contradicciones, los peligros y desastres. (Continuará)

TBC

Título en Inglés: FURTHERING THE PSYCHOLOGICAL DELUSION: THE CONSCIOUSNESS REVOLUTION - PART 1