LA ASCENDENTE OPOSICIÓN AL CRISTIANISMO - PARTE 2 | thebereancall.org

TBC Staff

 Solía ser que si uno quisiera una confirmación de lo que Dave Hunt y yo estábamos escribiendo acerca de los cambios espirituales que observábamos y que tenían lugar en los Estados Unidos y, más concretamente en el Cristianismo, hablábamos con misioneros quienes habían regresado después de haber pasado un par de años ministrando en el extranjero. Muchos fueron bastante sorprendidos por lo que había ocurrido aquí durante su ausencia, especialmente en sus iglesias locales. Entre los cambios que pudieron ver fueron las fuertes influencias de la supuesta Psicología Cristiana, el enfoque en métodos seculares para obtener el crecimiento de la iglesia, el militante Calvinismo, la teología de reemplazo con su tendencia al anti-semitismo, el movimiento contemplativo, los movimientos de las Raíces del Hebreo, el movimiento de la iglesia Emergente, el Reino Unido, etc.  Algunos de estos misioneros se vieron en una situación de decidir si podrían continuar atendiendo en la iglesia que les había enviado al campo misionero y que era su apoyo principal. Los términos "desgarrador" y "angustioso" describen parcialmente sus reacciones.

En el pasado las reacciones o respuestas de estos misioneros eran claras indicaciones de los cambios que ocurrían aquí en los Estados Unidos aunque uno no se percataba inmediatamente ya que tales cambios sucedían en una forma muy lenta y sutil.   Se asemeja a la parábola de la "rana en la olla," en la que una rana es colocada en una olla de agua tibia, a medida que la temperatura del agua es aumentada ligeramente. La rana se adapta al agua caliente hasta que finalmente es cocinada hasta que muere.   Algo parecido está sucediendo con el Cristianismo en la actualidad, se está cocinando a un ritmo de comida rápida.  Falsos maestros han abandonado el método de instruir las  "nuevas enseñanzas" y ahora han dejado por lado todo modo de pretensión ya que están enseñando herejía tras herejía.  Un ejemplo entre muchos es que en muchas iglesias evangélicas las bancas se han desplazado a un lado con el propósito de hacer lugar para la práctica del Yoga de Jesús, el Yoga de Iahveh, el Yoga Santo y el Yoga Santo Infantil; los movimientos de alabanza, la Fe del Yoga o, Cristoga.  Olvídense de la sutileza, ¡esto es Anti-Cristianismo a máxima velocidad!

¿Cómo ha podido suceder esto? El libro de Samuel Andrews titulado "El Cristianismo y la Oposición al Cristianismo en el Conflicto Final" nos da las respuestas.  Pero, ¿cómo pudo él haber adquirido este conocimiento tan sofisticado?  Simplemente de la misma fuente que él desafía a los lectores de su libro a buscar respuestas con respecto a este tipo de cosas, y se refiere a la Biblia: "es sólo a través de la luz de las Escrituras que podemos conocer completamente el carácter y la obra del Anti-Cristo; y es a esta luz, de vital importancia que debemos prestar atención, porque estamos advertidos que él se presentará a sí mismo ante los hombres bajo un aspecto que será ideal para facilitar su engaño."  Andrews no pretende tener visiones proféticas especiales, y aunque su enfoque es algo único, no es complejo. La lectura de la Biblia y el tomar la Palabra de las Escrituras seriamente es el primer requisito. Las Escrituras declaran proféticamente que la apostasía tomará lugar en los últimos días antes de que Jesús regrese y empieza con la advertencia en el libro de Hebreos 2:1:" Por lo tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos."   Ese deslizamiento se ha convertido en una avalancha hoy en día.  Jesús es más específico en Apocalipsis 2, cuando se dirige a la iglesia en Éfeso, primero reconociendo sus buenas obras y luego diciendo: "Pero tengo algo contra ti, porque tú has dejado tu primer amor."

El desvío o la salida del amor de Jesús, por más pequeña que sea, sigue siendo un abandono. La buenas obras, no importa qué tan bien intencionadas lo sean, sin el amor de Cristo, resultará en un deslizamiento. ¿Y cuál es el costo? Jesús le dijo a la "iglesia de muchas buenas obras" que si no regresaban a su amor por Él, Él les quitaría el candelero (es decir, la luz que se les da), y ya no reflejarían a Jesús, quien es esa "luz verdadera" (Juan: 1:9 ). Y así es cómo comienza el deslizamiento de la novia de Cristo hacia la apostasía.

Andrews se dio cuenta de que si existe una desviación de la fe eso tendrá graves consecuencias y que aumentará llegando a una conclusión terrible dando por resultado un devastador naufragio espiritual. Él encontró que esto afirma, en términos no inciertos, el libro de Apocalipsis. El enfoque singular de Andrews era comprobar todo lo que la Escritura dice acerca de los últimos días antes del regreso de Cristo y, en particular, acerca del hombre quien es la encarnación de la maldad, el Anticristo. Usando las características del "hombre de pecado" y lo que es permitido hacer por intermedio de  Satanás, Andrews busca a través de la cronología de la Biblia y la historia de la iglesia, por rastros y rasgos de la apostasía y sus numerosos elementos que contribuyen a la formación de la religión del Anticristo.   

Andrews nos da un ejemplo basado en esta declaración: "Nadie los engañe de ninguna manera; porque esto no sucederá sin que venga primero la apostasía y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo de perdición. Este se opondrá y se alzará contra todo lo que se llama Dios o que se adora, tanto que se sentará en el templo de Dios haciéndose pasar por Dios" (2 Tesalonicenses 2:3-4). Andrews supone que la recepción por el mundo entero de alguien que pretende ser Dios y que le adoren como Dios no es algo que la humanidad fácilmente aceptará sin haber de por medio una gran causa y una gran expectativa. Él reconoce que el acondicionamiento del mundo por Satanás es necesario para hacer su "hombre de pecado" creíble: "Tenemos que afirmar que este hombre y su reino no son causa de algo espontáneo sino que es el resultado de un largo proceso de preparación."  El rechazo de Cristo de parte del mundo, el único Dios verdadero manifestado en la carne, demuestra que debe existir algo más para convencer a la gente para adorar a este hombre de pecado (más que al Dios-hombre sin pecado), algo que sea ventajoso y adecuado. Andrews encuentra en las Escrituras lo que ha sido denominado "la mentira" (Romanos 1:25), la creencia de que los seres creados finitos pueden ser como Dios, o ser parte de Dios. La mentira comenzó en el cielo cuando Lucifer declaró, "Yo seré como el Altísimo" (Isaías: 14:14). La mentira vino a la tierra en forma de una oferta de Satanás a Eva: "Porque Dios sabe que en el día lo que comeréis, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal" (Génesis: 3:5).

A través de las Escrituras y la historia encontramos ejemplos de personas que adoran a hombres mortales, desde los Césares, así como también los dioses Romanos y Griegos a individuos como Herodes Agripa (Hechos 12:22). Incluso al apóstol Pablo se le pensó que era un Dios por los bárbaros en la isla de Melita, y la gente de Listra, refiriéndose a él, exclamaron: "Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros" (Hechos 14:11).  Pero esos incidentes locales están muy lejos de lo que se llevará a cabo en relación con la adoración de todo el mundo al Anticristo.  

El enfoque de Andrews con respecto a la profecía de los últimos tiempos no es complicado. El leyó lo que la Biblia declara que va a tomar lugar justo antes del retorno del Señor, y entonces examinó el tiempo en que él vivía (los finales de 1800) para ver si lo que era popular en ésa época tenía alguna relevancia con el cumplimiento de la profecía de los últimos tiempos.  A diferencia de nuestro tiempo presente, que algunos en nuestros días convierten cada evento de noticias en un cumplimiento profético literal, Andrews enfocó lo que ocurría durante su tiempo y llegó a la siguiente conclusión: la humanidad llegará a creer universalmente en la deificación y la adoración del hombre. La evidencia es abundante de que este concepto ya estaba en desarrollo durante los tiempos en que Andrews vivía, debido principalmente a la creencia en el panteísmo y el panenteísmo. Esto es la creencia de que Dios no es personal sino que es una fuerza, una sustancia de que todo consiste y que está en todo. Por lo tanto, el hombre es Dios o es una parte de Dios.

La enseñanza de que Dios es una fuerza impersonal es una creencia fundamental del Misticismo Oriental, especialmente el Hinduismo. En el oeste, Andrews vio que los filósofos quienes eran de bastante influencia en su época (Kant, Hegel, Espinoza, etc.) manifestaban sus conceptos de Dios basados en conceptos místicos Orientales.  Él cita a un historiador bien conocido a principios de 1800 quien observaba lo mismo: "Entre los distintos sistemas, que son ayudados por la filosofía que pretende explicar el universo, creo que el Panteísmo es uno de las mejores equipados para seducir la mente humana en las edades democráticas..."

La creencia en el Panteísmo fue promovida en gran escala por conocidas figuras literarias (Emerson, Thoreau, Whitman, Shelley, Browning, etc.), cuyos escritos avanzaron la creencia de la exaltación de la naturaleza y la deificación de la humanidad. Muchos en el campo de las ciencias se unieron a éste modo de pensar basados en las aprobaciones de Huxley y otros quienes promovían  la evolución, especialmente el rechazo de la existencia de un Creador.

A medida que la afinidad por la seudociencia de la evolución aumentó, ideas fueron agregadas para reforzar la creencia en la evolución de la humanidad a un estado superior. Darwin vaticinó que "en un futuro lejano el hombre será una criatura más perfecta de lo que es ahora." Andrews escribe, "Es esta creencia acerca del futuro del hombre, que los principales evolucionistas ... ven principalmente la evolución gradual de la humanidad bajo la ley de la supervivencia del más apto ... Muchos de los eminentes representantes están de acuerdo que basado en la filosofía y en la ciencia no existe un Dios personal, sólo un universal, impersonal espíritu o energía, que todo lo que existe es una parte. Esto, visto por el lado material, es ateísmo; en lo espiritual, es panteísmo (con sus correspondientes afirmaciones de deidad)."  

Andrews escribió extensamente de muchas cosas que ocurrían en su época de hace 120 años que promovían la idea de que toda la humanidad es Dios. La abundante información sobre este singular punto profético lo llevó a una conclusión de que era evidente en gran parte lo que él observaba: adorando al Anticristo sin duda alguna incluiría el reconocimiento de la propia divinidad. Él explica más adelante: "cabe recordar que el dar homenaje a quien se manifieste como el rival de Cristo, los hombres no darán homenaje a aquel quien es diferente de su propia naturaleza, es decir de sí mismos y superior a ellos; sino que darán homenaje a su propia naturaleza que está encarnada en él. En exaltar al Anticristo se exaltan ellos mismos," y reconocen en él como alguien a quien una medida más grande de divinidad ha sido dada."

"El Cristianismo y la Oposición al Cristianismo en el Conflicto Final" nos da la impresión de que hubiera sido escrito hoy en día, con dos diferencias:  1) todas las cosas que Andrews identificaba en su época se encuentran hoy en día aunque en versiones ampliamente diversas, pero son todas conectadas y ampliadas y 2) su exposición y promoción en nuestros días parece estar ocurriendo a nivel mundial y con una velocidad de luz por comparación.

El siguiente breve resumen de algunos de sus puntos de vista nos deja asombrados de su discernimiento bíblico e histórico:

• Como consecuencia de la pérdida del enfoque principal de parte de la novia, que es el amor por Cristo, su deseo de agradarlo a través de la obediencia a sus mandamientos, va a disminuir, y la apostasía va a continuar. 

• Aunque un remanente permanecerá constante, la iglesia de los últimos tiempos suplantará el liderato de Cristo con el gobierno de los hombres, y con las organizaciones y el estado.  Todos los intentos dentro del Cristianismo para establecer el Reino de Cristo antes de Su regreso fracasarán.

• El estado gobernará la iglesia muy probablemente con alguna forma de socialismo, y a Cristo se le considerará solamente como un simple modelo de corrección social y moral.

• El mundo estará deseando a un ser humano más altamente evolucionado en lugar de mirar hacia atrás, a un pasado arcaico, como Jesús.

• El Cristianismo Bíblico será menospreciado y rechazado, especialmente con la doctrina del hombre pecaminoso, junto con su necesidad de salvación a través de Cristo solamente.  

• El Neo-Cristianismo se ajustará a las formas, medios y creencias del mundo.

• Cristo, cuando a Él se le considere, se dirá que es simplemente un revelador de la divinidad que existe en toda la humanidad.

• La humanidad verá todos los logros de la ciencia como prueba de su potencial superior humano.

• El Panteísmo, como se señaló anteriormente, será la creencia principal que preparará el escenario para reconocer y adorar al Anticristo, como también a la divinidad de la humanidad.

• El Anticristo será el principal adversario de Cristo como también será un substituto falsificado que establecerá un reino falso en todo el mundo. Él y su reino serán destruidos cuando Jesús regrese a establecer su Reino del Milenio.

Samuel Andrews es indudablemente el "Vigilante en la Muralla" quien, a través de las Escrituras y de su entendimiento de los tiempos,  ha puesto sobre aviso al cuerpo de Cristo del mal que se avecina y el costo que va a ocasionar ya sea en aquellos quienes profesan ser o son verdaderos Cristianos.  Su libro fue criticado en su época de ser demasiado negativo, aunque la "prueba" de su supuesta negatividad fue extraído de Pablo, Pedro, Judas, Juan, sin dejar de mencionar las palabras de Jesús a las siete iglesias en el libro de Apocalipsis. Algunos de sus detractores pensaban que él debería poner la humanidad en una luz más positiva, reconociendo que el hombre evoluciona en forma ascendente, aunque tal idea no tiene ningún apoyo escritural. Profecía, por supuesto, fue menospreciada al igual que lo es hoy en día. Sin embargo, Andrews advirtió que "Aquellos quienes desprecian la Palabra profética, y no creen en la aparición y venida del Anticristo, serán atraídos y encadenados por la fuerza de su propia persona; y aquellos cuyo concepto de él como un descarado blasfemo de Dios, un enemigo acérrimo de toda religión, detestable por sus vicios, no lo reconocerán por lo que es cuando se manifieste como un Salvador de la sociedad y un líder religioso."

Nosotros creemos que las Escrituras enseñan que el Anticristo no se revelará hasta después de que la iglesia se haya retirado del mundo en el rapto (2 Tesalonicenses 2:2-8, John:14:1-3), y durante el regreso de Cristo Sus santos lo acompañarán (Judas: 1:14) cuando Él destruya al maligno,   (2 Tesalonicenses 2:8). Sin embargo, la aceptación del reino del Anticristo y su religión, como Andrews bien lo manifiesta a través de la Palabra de Dios y lo que atestigua la historia de la iglesia, implica "un proceso preparatorio largo" que finalmente seducirá a todo el mundo. El sucumbir a este engaño espiritual que se está acelerando en nuestros días, puede ser prevenido solamente por la gracia de Dios mientras profesamos en primer lugar nuestro amor por Jesús, ser diligentes en leer y hacer lo que dice Su Palabra, orando sin cesar y manteniendo  comunión con creyentes de ideas afines.

Uno de los endorsan "El Cristianismo y la Oposición al Cristianismo en el Conflicto Final" James M. Gray, quien tomó el lugar de D. L. Moody y R. A. Torrey como presidente (1904-1934) del Instituto Bíblico de Moody (Moody Bible Institute) escribió, "Pastores, misioneros, maestros de escuela dominical y trabajadores sociales, paciencia conmigo si les digo, que ustedes deben leer el libro de Samuel J. Andrews. Aquí no existe ninguna fantasía, ningún ajuste a los tiempos ni estaciones, tampoco hay crudas interpretaciones sensacionales de profecía, sino un lugar tranquilo y sereno de lo que la Biblia nos dice sobre el tema más importante para estos tiempos. El líder Cristiano que no sabe estas cosas no es un líder, es como si fuera un ciego guiando a otro ciego.   ¡Y, oh, hay muchos de esos líderes!" A todo esto nosotros solamente podemos añadir nuestro "Amén."