LA PALABRA DE DIOS – PRIMERA PARTE | thebereancall.org

TBC Staff

La Palabra de Dios es el enfoque principal de este mensaje. 

Esta es también una encuesta con respecto a la forma en que usted y yo pensamos acerca de la Palabra de Dios. Tiene que ver con cuán en serio creemos que la Biblia es la verdadera Palabra de Dios. 

Yo mismo tomé la encuesta mientras preparaba este mensaje, así que tengo una buena idea acerca de lo que yo creo con respecto a la Palabra de Dios.  Yo pienso que lo hice bastante bien, aunque siempre se puede mejorar.

Ahora es su turno.

Esto no es una prueba o un examen. Una vez más, es una encuesta entre usted y el Señor.  

Puse al Señor en esta encuesta para recordar ser honesto con respecto a mis propios pensamientos, cuando diga mis respuestas. Podemos engañarnos a nosotros mismos, pero no a Dios. 

Este no es un procedimiento para juzgar a la gente. Es simplemente una auto evaluación en dónde estamos como Cristianos. El objetivo es llevarnos a donde Dios quiere que nuestro pensamiento esté concerniente a Su Palabra.

Por lo tanto, comencemos con lo siguiente:

¿Cree usted que la Palabra de Dios consiste en las palabras reales de Dios, que Él comunicó a los hombres? Si no está seguro, ¿qué cree que significa Mateo 4:4: "Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”?  

¿Está usted pensando que aquellos que escribieron las Escrituras hicieron sus propias contribuciones a ella? Si es así, entonces qué piensa usted de 2 Pedro 1:19-21: "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

Aunque casi un tercio de la Biblia es profecía que tiene que ver con predecir el futuro, la profecía también consiste en todas las palabras de Dios que Él quiere que conozcamos y obedezcamos. Se nos dice que los hombres santos de Dios, Sus profetas, recibieron las palabras de Dios por medio del Espíritu Santo.

Esos versículos parecen indicar que los profetas simplemente escribieron lo que les fue dado por el Espíritu Santo.

El apóstol Pablo declara lo mismo en 1 Tesalonicenses 2:13: "Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes”.

Pablo les dijo a los Gálatas 1:11-12 lo mismo: "Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.

Basado en esos versículos (y muchos más que se encuentran en toda la Biblia), ¿cree usted que la Palabra de Dios es completa e incuestionablemente de Él? En otras palabras, ¿concuerda  que nada haya sido añadido a la Palabra de Dios por el hombre?

Si llegamos a esa conclusión, entonces todo lo que deberíamos necesitar es creer lo que las Escrituras declaran inequívocamente. Aun así, también podemos razónarlo. Consideremos, por ejemplo, que Dios es infinito y la humanidad es finita. Como seres finitos, por lo tanto, somos incapaces de conocer a nuestro Dios infinito sin Su aporte. La única forma en que podemos conocer a Dios es comunicándonos directamente. Al ser finitos, estamos limitados a nuestras propias ideas acerca de un Dios infinito.

Podemos, sin embargo, deducir que Dios nos creó. Solo hay dos opciones para explicar la creación: por casualidad o por diseño. Si uno selecciona la opción de la casualidad o el azar, sería una elección errónea, ya que el azar (también conocida como evolución) al explicar el origen de la vida y su desarrollo no explican nada ni prueba nada.

El diseño es la única opción razonable, dada la extraordinaria complejidad de todo, desde un átomo, hasta el núcleo de una célula, nuestro ADN y la extensión del universo. Hay casi 40 billones de células en el cuerpo humano, cada célula tiene su propia función. El tamaño de una célula es más pequeño que el punto al final de esta oración. El núcleo de una célula ocupa aproximadamente el ocho por ciento del volumen de la célula.

¡Eso es impresionante! Incluso Richard Dawkins, uno de los principales evolucionistas del mundo, ha escrito que el núcleo de una célula tiene una base de datos codificada digitalmente en contenido de información equivalente a 30 volúmenes de la Enciclopedia Británica.

Sin embargo, él sigue creyendo que la información de construcción en el núcleo se produjo al azar. Eso es ignorancia con un propósito.

Por el contrario, ¿qué nosotros podemos observar como seres finitos (que incluye a todos) acerca del diseño y del Diseñador? Lo que sea o quienquiera que haya traído tales complejidades a la existencia debe ser muy inteligente, muy poderoso e ilimitado en Su presencia; incluso infinitamente.

La Palabra de Dios se refiere a esos atributos de nuestro Creador como omniscientes, omnipotentes y omnipresentes, y toda la humanidad es responsable de discernir la diferencia entre nuestro Creador y la creación. Sin embargo, el hombre finito, en su mayor parte, ha rechazado a un Diseñador y ha optado por adorar la creación sin sentido, es decir, la evolución (Romanos 1: 18-20, 25).

¿Ha considerado la creencia de que Dios usó la evolución como el método con el que creó todas las cosas? Eso se conoce como evolución teísta, y está ganando seguidores en todo el Cristianismo, incluso entre los líderes evangélicos.

Muchos Cristianos que creen en la evolución teísta, lo hacen porque piensan que apoya la Biblia y la ciencia. No hace ninguna de las dos cosas. Además contradice la clara enseñanza de la Palabra de Dios ( permitiendo que la muerte tenga lugar antes de que Adán pecara) y lo cual está en desacuerdo con la pseudo ciencia de la evolución.

Como se ha señalado, el hombre finito es responsable de reconocer que el mundo fue creado por Dios: "porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:19-20).

Aunque los atributos de la creación de Dios "se ven claramente," como "Su poder eterno", estos atributos no responden a una serie de preguntas críticas sobre Dios, que el hombre finito no puede discernir, sin que Dios revele las respuestas.

Sí, podemos concluir que Dios nos creó, pero no podemos saber por qué nos creó sin que Él nos lo diga. No podemos saber acerca de Sus características personales, tales como Su naturaleza trina, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y Su naturaleza perfecta y eterna.

Tampoco podemos conocer Sus cualidades personales, Su amor, Su gracia, Su misericordia, Su compasión, Su paciencia o Su ira a menos que Él nos dé tal información.

La Escritura también comunica la historia de la relación de Dios con la humanidad, cómo el hombre fue creado en perfección, que fue seguido por su rebelión y separación eterna de su Creador. Entonces Dios trajo la justificación y reconciliación del hombre a través del pago por nuestro pecado por el Hijo de Dios, Jesucristo.

Eso sólo puede darse a conocer a los seres creados de Dios a través de Su revelación directa de Sí mismo, es decir, la Palabra de Dios.

Volviendo a la encuesta. 

¿Qué tan importante es la Palabra de Dios para usted? ¿Es sólo un aditivo a su Cristianismo? ¿Es algo rutinario que usted hace cada domingo? Si esa es la situación, usted se está encaminado a una desnutrición espiritual, si es que ya no ha llegado a tal estado.  

Si usted no cree que ese sea el caso, aquí hay tres creencias básicas a las que un Cristiano bíblico necesita adherirse para crecer, ser fortalecido y ser fructífero en la Palabra de Dios. Estas creencias son la infalibilidad, la autoridad y la suficiencia de la Palabra de Dios.

Comenzando con la infalibilidad de las Escrituras, ¿cree usted que lo que Dios comunicó a la humanidad a través de Sus profetas fue y es sin error? Si cree que puede tener algunos errores, entonces uno tiene que concluir que Dios es capaz de cometer algunos errores.

¿Cuáles podrían ser esos errores?   

Si tiene pensamientos de que Dios puede cometer errores, ¿qué le dice a uno eso acerca del carácter de Dios? ¿Cómo puede uno confiar completamente en un Dios que comete errores? En cuanto a aquellos que acusan a Dios de errores y dicen que Su Palabra está llena de contradicciones, ¿está influyendo eso en sus pensamientos acerca de Dios? ¿Cuáles podrían ser esas contradicciones? ¿Qué pasa con aquellos que dicen que muchas de las enseñanzas de la Biblia están en desacuerdo con la ciencia?  

La pregunta es, sin embargo, ¿quién está equivocado, el Creador o las criaturas que Él creó que están tratando de averiguar cómo tuvo lugar la creación o imponiendo sus propias creencias sobre cómo se produjo todo?

¿Qué tal el Big Bang (la gran explosión)? Se dice que ahí es donde la ciencia y la religión se encuentran. ¿En serio?    

¿De dónde vinieron las cosas que "explosionaron"? ¿Cuándo una explosión ha producido orden o exhibido un diseño intencional?

Recuerde, tenemos hombres finitos que hacen todo lo posible para evaluar a su Creador infinito. A pesar de esa imposibilidad, todas las acusaciones pueden ser fácilmente descartadas como falsas, simplemente comparando lo que dice la inalterable Palabra de Dios con las continuas correcciones encontradas a lo largo de la historia de la ciencia.

Por lo tanto, la creencia de un creyente en la infalibilidad de las Escrituras y de Dios mismo es fundamental para el Cristianismo bíblico. ¿Qué pasa entonces con la autoridad de Dios y Su Palabra? 

La autoridad está muy relacionada con la infalibilidad en un sentido. Si alguien tiene un historial o reputación de estar libre de errores, generalmente se lo considera una autoridad en un determinado campo o práctica. Nos referimos a esa persona como un experto.

Nuestras vidas buscan continuamente expertos para obtener ayuda en todas las áreas donde carecemos de experiencia. Eso incluiría una lista aparentemente interminable que involucra nuestras necesidades de salud, nuestras inversiones financieras, nuestra educación, las leyes de nuestro estado, nuestra seguridad, y así sucesivamente.

Cuando surge una condición médica grave, a menudo buscamos a un médico que tenga una reputación basada en el éxito, uno que se considere una autoridad para tratar la enfermedad que enfrentamos nosotros o un ser querido. Incluso podemos buscar una segunda opinión, de una segunda autoridad.

Eso tiene sentido con respecto a los problemas físicos que enfrentamos temporalmente. Pero, ¿qué pasa con las condiciones de vida que incluyen no solo cosas temporales sino, lo que es más importante, cosas eternas?

¿A quién mira usted como su autoridad espiritual? ¿A su pastor? ¿A su profesor de seminario o universidad bíblica? ¿A su favorito autor Cristiano? ¿A un psicólogo Cristiano o incluso a un consejero bíblico? ¿O a la Palabra de Dios misma?

Si su autoridad está en algo que no sea la Palabra de Dios, entonces Dios y Su Palabra ya no son su autoridad. Se ha alejado usted de la Palabra infalible y del Perfecto que la estableció, a un recurso humano falible y potencialmente corruptor de las Escrituras.

La Palabra de Dios es su propia autoridad. Es auténtica y se autentifica a sí   misma. Si no fuera así, entonces probablemente recurriremos a una autoridad que no es la Palabra de Dios.

Hay otro sentido de autoridad bíblica que rara vez se toma en serio hoy en día, y que está relacionado con nuestros pensamientos acerca de que si Dios está en control de todo.  

¿Está Él o no está controlando todo? ¿No es Él Dios Todopoderoso " y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más” (Apocalipsis10:6)? "¡Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia!” (Salmo 47:7).

Como alguien señaló, la Palabra de Dios no es un libro de sugerencias. Si lo está tratando de esa manera, es posible que haya caído en un estado de complacencia que está al borde de la desobediencia.

Jesús se refirió a esa condición cuando dijo: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" (Lucas 6:46).  Aquellos de nosotros que tenemos hijos probablemente les hemos dicho que si realmente nos amaran harían lo que decimos.

En Juan 14:23 leemos: "Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él,” y en Juan 15:10, " Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” 

Una vez más, ¿es Dios quien está gobernando en su vida o ha agregado usted sus propias reglas?  

El tercer punto concerniente con su vida,  relacionada a la Palabra de Dios, tiene que ver con la suficiencia. Ese es el indicador revelador de dónde se encuentra realmente con respecto a la infalibilidad y la autoridad de la Biblia.

En primer lugar, ¿afirma usted que la Palabra de Dios es suficiente? Considere los siguientes versículos: "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (2 Pedro 1:3).

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).

Note lo que se describe como el reino, en el que la Palabra de Dios es suficiente: "todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad", "para instruir en justicia" y estar completamente equipado "para toda buena obra".

¿Supongamos que la vida de un creyente no implique piedad, justicia y buenas obras? Hay algunas cosas, se puede decir, ¿que no involucran lo que está bien o mal moralmente?

Por ejemplo, la mecánica automotriz o el diseño de moda o los procedimientos médicos son amorales. Ellos, en sí mismos, junto con muchas otras cosas, no son algo que la Biblia se concierne específicamente. Sin embargo, tales actividades pueden ser mencionadas indirectamente por la Palabra de Dios, si su práctica implica pecado.

De los tres puntos que son críticos para que un Cristiano bíblico crea, es la suficiencia de la Palabra de Dios, la que es la más profesada, pero la menos escuchada. Eso es asombroso porque revela la creencia real o la incredulidad de una persona en la infalibilidad y la autoridad.

Si alguien afirma creer en la infalibilidad y en la autoridad de la Palabra de Dios, pero busca ayuda en otras fuentes con sus problemas de pecado, de impiedad, y actividades egoístas, entonces la Escritura ya no es suficiente para él y ya no es su autoridad.

Siendo ese el caso, una creencia en la infalibilidad bíblica es inútil y aún es peor. Es como alguien que exalta una dieta saludable mientras está involucrado en gula.   

La Segunda Parte de esta serie se centrará en las formas y medios en que la iglesia ha abandonado la suficiencia de la Palabra de Dios. Los pastores evangélicos están entregando sus ovejas a supuestos expertos como autoridades que son anticristianas en sus teorías y terapias. Muchos incluso están alentando a sus rebaños a buscar traducciones visuales de la Palabra de Dios producidas por miembros de cultos como “La Pasión de Cristo” y “Los Elegidos.” 

Obviamente, no creen verdaderamente en las palabras de nuestro Señor y Salvador: "Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:31-32).

TBC