LA PALABRA DE DIOS – SEGUNDA PARTE | thebereancall.org

TBC Staff

"Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová. Porque dos males han hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua” (Jeremías 2:12-13)

Esos versículos incluyen una advertencia del Señor para Su pueblo, y la razón de la advertencia. Estas son las consecuencias de que Sus seguidores lo abandonen al apartarse de "la fuente de agua viva”.  Aunque dirigidas al pueblo judío durante el tiempo de Jeremías el profeta, las palabras de amonestación de Dios también parecen estar dirigidas al cristianismo de nuestros días.

En la Primera Parte de esta serie, se hicieron preguntas en forma de encuesta para que el lector evaluara dónde se encontraba con respecto a sus creencias fundamentales con la Palabra de Dios. La encuesta se centró en la infalibilidad, la autoridad y la suficiencia de las Escrituras, y concluyó que la suficiencia de la Palabra de Dios es "el indicador revelador de dónde se encuentra realmente el lector con respecto a la infalibilidad y la autoridad de la Biblia". Ese es el caso, porque si uno afirma creer en la infalibilidad y la autoridad de la Palabra de Dios, pero busca ayuda en otras fuentes con tus problemas espirituales de la vida, lo cual está indicando que la Escritura ya no es suficiente para uno; ya no es la Autoridad, lo que hace que la creencia en la infalibilidad bíblica sea inútil, y aún peor que eso.

Por lo tanto, este artículo se centrará principalmente en la suficiencia de la Palabra de Dios, que la Biblia afirma que es total, absoluta e inequívocamente suficiente (2 Pedro 1: 3; 2 Timoteo 3: 16-17; y muchos más). Sin embargo, la mayor parte de la iglesia evangélica, que afirma ser creyente en la Biblia, se ha cegado a sí misma a la clara enseñanza de las Escrituras. Por supuesto, esto no ha sucedido sin ayuda. Los líderes de la iglesia, que no quieren ser identificados con los fundamentalistas (los cuales son identificados como ignorantes y de mente estrecha), por lo tanto, han decido aceptar la "sabiduría" del mundo, que la Biblia llama "necedad" (1 Corintios: 3:19).

Dos de los ejemplos más obvios y destructivos de no adherirse a la suficiencia de la Palabra de Dios tienen que ver con el hecho de que el hombre recurra a las pseudociencias de la evolución y la psicología. A mediados y finales de la década de 1800, algunos líderes cristianos influyentes quedaron impresionados con las teorías de Charles Darwin. Querían que su cristianismo fuera respetado por el mundo y estar en sintonía con las últimas teorías científicas y "descubrimientos" de su época. Sin embargo, no todos los predicadores de ese día estaban inclinados de esa manera. C. H. Spurgeon escribió: "Si la palabra de Dios es verdadera, la evolución es una mentira". A esa observación completamente precisa, agregó “está

 escrito en la pared”: "La era está empeorando cada vez más, y el hombre, por un proceso de evolución, está evolucionando un demonio. Dentro de cincuenta años, los niños de la escuela leerán sobre delirios populares extraordinarios, y esta (evolución) se mencionará como una de las más absurdas de ellas".

Uno podría excusar a la iglesia por su ignorancia al pensar que Darwin tenía razón, si no fuera por el hecho de que su teoría es diametralmente opuesta al relato del Génesis. Pero, ¿qué pasa con la iglesia de hoy? No solo tiene la Palabra de Dios, sino que también tiene acceso a ministerios que muestran con gran detalle el engaño de la evolución. Aun así, la evolución se ha solidificado en toda la academia, a pesar de que no hay una pizca de evidencia científica que la respalde. Sin embargo, a los maestros de las escuelas seculares que no apoyan la teoría de la evolución son despedidos de sus empleos, y tienen grandes dificultades para asegurar puestos de enseñanza en otros lugares. La evolución es uno de los mayores éxitos de Satanás. La mentira que ha vendido al cristianismo es que la Palabra de Dios no sabe nada acerca de ciencia, especialmente con respecto a cómo se formó el mundo. Científicamente hablando, se nos dice, la Biblia no es suficiente.

¿Viene aquí a la mente la sarcástica pero verdadera caracterización de Spurgeon de la evolución como "absurda"? Entonces, ¿el Creador de todo no tiene ni idea de cómo llevó a cabo Su proceso de creación? ¿De verdad? Pero no se preocupe de que la Biblia no se mantenga en sintonía con la "ciencia." Algunas personas de mentalidad religiosa han intervenido para ayudar a Dios, al cristianismo y a la ciencia. ¡Se les ocurrió la teoría de la evolución teísta! La idea es que Dios, a través de miles de millones de años, utilizó el proceso evolutivo hasta el momento en que un hombre y una mujer humanoides evolucionaron, y en el que Dios colocó un alma y un espíritu. Esa idea es una broma para los evolucionistas, pero la Iglesia Católica, los teólogos protestantes liberales y muchas universidades y seminarios cristianos la enseñan.

¿Cuán destructiva es la creciente creencia en la evolución a la fe bíblica de millones de cristianos? Si miles de millones de años de muerte precedieron al pecado de Adán y Eva, entonces lo que se afirma en Génesis 2:17, Génesis 1:31 y Romanos 5:12 no puede ser cierto. Si la Biblia no manifiesta apropiadamente acerca de la consecuencia del pecado de la humanidad, ¿se puede confiar en lo que dice acerca de la salvación de la humanidad? Los ateos parecen entender mejor que profesar (y, tristemente, algunos verdaderos cristianos) cómo la creencia en la evolución elimina la suficiencia de las Escrituras y destruye el evangelio en el proceso. El diario Ateísta Americano declara: "El Cristianismo ha luchado, todavía lucha y luchará contra la ciencia hasta el desesperado final acerca de la evolución, porque la evolución finalmente destruye por completo la razón por la que supuestamente se hizo necesaria la vida terrenal de Jesús. Destruye a Adán y Eva y el pecado original, y entre los escombros se encontrarán los restos lamentables del hijo de Dios. Esto quitaría el significado de su muerte. Si Jesús no fue el redentor que murió por nuestros pecados, y esto es lo que significa la evolución, ¡entonces el cristianismo no es nada!"

Al igual que la evolución, que se hace pasar por ciencia, el asesoramiento psicológico también pretende ser científico y ha destruido las vidas y creencias de muchos cristianos. Aunque hay autores cristianos con títulos en ciencias y profesores de seminarios con doctorados que enseñan varios aspectos de la evolución, las cuales socavan la Palabra de Dios, no se comparan en cuanto a números con la multitud de los involucrados en la Psicología Cristiana. Ese ejército está dirigido por psicólogos cristianos junto con la multitud de cristianos que han sido acreditados con títulos en consejería psicológica.

En primer lugar, ¿qué es la Psicología Cristiana? Es un intento de “ayudar” la Biblia donde es insuficiente con respecto a los problemas mentales, emocionales y de comportamiento que afligen a los cristianos. Con ese fin, aquellos que buscan títulos de consejería estudian las teorías de psiquiatras y psicólogos como Sigmund Freud, Carl Jung, Abraham Maslow, Carl Rogers y una gran cantidad de sus discípulos, todos los cuales son anticristianos hasta la médula y cuyas teorías son diametralmente opuestas a las enseñanzas de la Palabra de Dios. Al igual que la evolución, la psicoterapia no tiene ninguna base científica. Sin embargo, desde la década de 1960, el surgimiento de la Psicología Cristiana ha aplicado la sentencia de muerte para los cristianos que recurren a las Escrituras por "todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad, a través del conocimiento" de la verdad de la Palabra de Dios (2 Pedro 1: 3).

El Dr. J. Vernon McGee se reunió con Dave Hunt y conmigo unos meses antes de que falleciera. Había leído “La seducción del cristianismo” y confirmó lo que había observado personalmente de lo que estaba ocurriendo en el Cristianismo Evangélico. Nos dijo que era muy reveladora la disminución del contenido bíblico y el creciente contenido humanista que estamos recibiendo de la televisión cristiana, la radio cristiana y los libros y púlpitos cristianos. Agregó que si esta tendencia continúa, la Psicología Cristiana será la destrucción de la iglesia evangélica.

La enseñanza principal de la psicoterapia, que es fundamental para más de 500 terapias psicológicas diferentes, es su enfoque en el “yo,” o en “uno mismo”.   Se dice que el enfoque en uno mismo o en el “yo” es la clave para resolver todos los problemas mentales, emocionales y de comportamiento de la humanidad. La enseñanza errónea sobre el amor propio, se convirtió en la principal terapia de los psicólogos Cristianos a la que agregaron autoestima, autoimagen, autoconfianza, diálogo interno positivo, etc.

El líder más influyente entre los psicólogos cristianos ha sido el Dr. James Dobson. Él declara: "Si pudiera escribir una receta para las mujeres del mundo, proporcionaría a cada una de ellas una dosis saludable de autoestima y valor personal (tomada tres veces al día hasta que los síntomas desaparezcan). No tengo ninguna duda de que esta es su mayor necesidad. Siempre que las soluciones a la autoestima están aparentemente fuera del alcance de un gran porcentaje de las personas, como durante el siglo veinte en los Estados Unidos, entonces la 'enfermedad mental' generalizada, el neuroticismo, el odio, el alcoholismo, el abuso de drogas, la violencia y el desorden social ciertamente ocurrirán..." (Dobson, James, "Lo que las esposas quisieran que sus esposos supieran acerca de ellas”).  Eso no es verdad. Extensos estudios realizados por psicólogos de investigación que estudian su propio campo han demostrado exactamente lo contrario. La autoestima alta, no la autoestima baja, es el problema... tal como enseña la Biblia.

Pero no quisiera perder el enfoque aquí. Los psicólogos Cristianos han sido el instrumento involuntario del Adversario para socavar la creencia en la suficiencia de la Palabra de Dios.

¿Qué hicieron los creyentes en Cristo durante 1900 años, más o menos antes de que apareciera el nuevo "clero" psicológico, dirigido por los ocultistas impíos Sigmund Freud y Carl Jung? Bueno, según el Salmista, Dios y Su Palabra proveyeron todo lo que necesitaban para los problemas preocupantes de la vida: "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmo 119:9).

Piensa en lo que José, el undécimo hijo de Jacob, pasó. Fue odiado por sus hermanos que trataron de matarlo, luego vendido por ellos como esclavo en Egipto, luego acusado falsamente por la esposa de Potifar y enviado a prisión. Fue "colgado para secarse," es decir, se quedó sin el apoyo de Dios, si uno tiene en cuenta todo lo que tuvo que soportar.  Lee los capítulos 30 al 50 de Génesis. No encontrarás ni un indicio de que buscara "consejeros" para la terapia entre los egipcios, debido a lo que sus hermanos le hicieron. ¡Pero uno encontrará a Dios limpiando su corazón de cualquier amargura y permitiéndole perdonarlos! Dijo a sus hermanos: "Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros” (Génesis 45:5). ¿No está disponible la misma gracia para todos los que amamos a Jesucristo y nacemos de Su Espíritu? ¿No es Jesús el mismo ayer, y hoy, y para siempre (Hebreos 13:8)? ¿O hubo una brecha de insuficiencia hasta que apareció la Psicología Cristiana?

Me han dicho muchas veces, en mis aproximadamente 35 años de ministrar la Palabra de Dios a hermanos y parejas que profesan conocer al Señor: "Bueno, hemos probado lo que dice la Biblia, y nunca nos ha dado resultados”.   Entonces, eso debe significar que la instrucción del Espíritu Santo en el Salmo 119 no se aplica para los creyentes de hoy. No es práctico. Es insuficiente. Por lo tanto, según ellos, 2 Pedro 1:3 y 2 Timoteo 3:16-17, y especialmente Hebreos 4:12, deben estar equivocados con respecto a la suficiencia de la Palabra de Dios.

Lo que ahora se nos dice que hagamos, como más y más pastores están haciendo con sus ovejas, es alejarse de la Palabra de Dios y buscar ayuda "profesional". En otras palabras, debemos dirigirnos a aquellos que han sido entrenados en conceptos psicológicos humanistas y ocultos, a quienes las Escrituras nos dicen "... no recibe las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedades: ni él puede conocerlas, porque son discernidas espiritualmente" (1 Corintios 2:14).  Los pastores modernos están alejando sus ovejas de Aquel que es llamado "Maravilloso, Consejero, el Dios poderoso" (Isaías 9:6), que es la Verdad.

La redirección de los creyentes de la Palabra de Dios a consejeros impíos (cuya educación es basada en enseñanzas anticristianas) es inconcebible para aquellos pastores que profesan creer en la suficiencia de la Palabra de Dios.

Al dar a los creyentes "todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, a través del conocimiento de él" (2 Pedro 1:3), el Espíritu Santo debe haber dejado algunas de "todas las cosas" fuera para que en  un tiempo posterior fuese suministrado por un campo que es ateo hasta la médula. ¡Eso sería ridículo si no fuera por el hecho de que las iglesias evangélicas que profesan estar siguiendo la Palabra de Dios, actúan como un importante servicio de referencia para la industria del asesoramiento psicológico! ¿Qué proporciona el asesoramiento psicológico? ¡Mayormente la mentira de que el enfoque en el “yo” es la solución a todos los problemas!

Hay otro desarrollo en los últimos tiempos que está abrumando al cristianismo     y negando la autoridad y la suficiencia de las Escrituras. Me refiero a la serie de películas llamada “The Chosen” (Los Escogidos), que hemos enfocado en parte en artículos anteriores, y su popularidad está creciendo exponencialmente. Usted puede preguntar: "¿Cómo niega una serie de películas la autoridad y la suficiencia de la Palabra de Dios?"

En primer lugar, crea escenas con Jesús y sus discípulos conjurados por un guionista que les proporciona diálogo (palabras que nunca se hablaron en las Escrituras). El guionista y el director de cine tienen a los actores interpretando a Jesús y sus discípulos haciendo cosas que nunca hicieron. La Biblia afirma ser nuestra autoridad con respecto a lo que Jesús dijo e hizo. Lo que el guionista escribe, y el director dirige, por lo tanto subvierte la autoridad de la Palabra de Dios. A medida que los espectadores llenan sus mentes con las interminables escenas no bíblicas que “Los Escogidos” presenta visualmente, eso es lo que se convierte en su autoridad.

¿Qué pasa entonces con la suficiencia de la Palabra de Dios o la falta de ella? La intención de los productores de “Los Escogidos” era suministrar a las audiencias lo que evidentemente el Espíritu Santo era incapaz de comunicar de manera efectiva a través de palabras realmente contenidas en la Biblia. Así como el cristianismo tuvo que esperar casi 1900 años para la llegada de la Psicología Cristiana para satisfacer las necesidades psicológicas de los cristianos, la iglesia tuvo que esperar casi la misma cantidad de tiempo para la intervención de las películas, con el fin de que los cristianos se relacionaran con el carácter personal de Jesús.

Era también necesario que el enfoque de la película hiciera al Jesús de las Escrituras más aceptable, más humano y menos "estoico", como afirman los productores de “Los Escogidos.” Hacer a Jesucristo "más auténtico". El productor elegido para estas series cuyo nombre es Derral Eves y es Mormón, nos dice que "el propósito del programa es que la gente experimente un Jesús auténtico." Las palabras escritas que tienen que ser leídas obviamente no son suficientes para que uno conozca al verdadero Jesús. Una respuesta común de los millones de espectadores (esta de una estudiante mormona) fue que ella ama el programa porque ayuda a los espectadores a ver a Cristo como una persona real. “Me ayudó a reconocer que era un tipo normal (aunque perfecto) al que le gusta bromear con sus amigos, ama a su madre y tiene una conexión especial con los niños pequeños". Esas "ideas auténticas", sin embargo, no fueron suministradas por el Espíritu Santo, sino por la gente de producción creativa de la serie. Aunque el guionista y director de la serie, Dallas Jenkins, afirma que Dios le había dicho con respecto a la producción de “Los Escogidos” que no le dejaría "arruinarlo". Jenkins ha hecho eso y cosas peores.

Las Escrituras nos advierten que probemos a los espíritus "probad los espíritus si son de Dios..." (1 Juan 4:1). “Los Elegidos,” de principio a fin, es una mentira (Proverbios 30:6), y agrega las ideas del hombre a la Palabra de Dios, especialmente a la Persona de Jesucristo, lo cual es condenado por las Escrituras (Deuteronomio 4:2, 12:32, y Apocalipsis 22:18). Su contenido está en desacuerdo y es contrario a lo que el Espíritu Santo, el Espíritu de verdad, ha comunicado en la Palabra de Dios. Además, la Biblia deja absolutamente claro que aquellos que agregan a lo que está escrito en la Palabra de Dios no tienen el Espíritu de verdad, ni pueden recibir las cosas de Dios, ni pueden conocerlas ya que “… el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14). Esas cosas son claramente contrarias a lo que el verdadero Autor de las Escrituras ha comunicado, el mismo a quien Dallas Jenkins afirma que le había hablado.

Esta serie de artículos comenzó como una encuesta de lo que pensamos y dónde estamos con respecto a la Palabra de Dios. Si falla nuestro pensamiento acerca de la Palabra de Dios, en algún grado, nos hemos alejado de la verdad de Dios. Hemos certificado concerniente a las Escrituras (que se autentican a sí mismas) que las palabras de Dios son solo eso: las Palabras de Dios comunicadas a la humanidad por el Espíritu Santo. Son inerrantes, son nuestra autoridad, y son suficientes para la vida de cada creyente en Jesucristo. La humanidad no ha contribuido en nada a la Palabra de Dios. Por lo tanto, cualquier intento de agregar a la Palabra de Dios es definitivamente condenado.

Cuando los discípulos de Jesús le preguntaron acerca de los días previos a Su regreso, Él respondió indicando que esos días serían un tiempo de gran apostasía y engaño (Mateo 24:4; 24:11). Oren por aquellos que han sido llamados a ser pastores de las ovejas de Dios, para que no alejen a la gente de la “fuente de agua viva”, que es la Palabra de Dios.

TBC