¿POR QUÉ TODO ES DE LA MANERA QUE ES? | thebereancall.org

Hunt, Dave

La opinión predominante de hoy en día, ya sea en los medios de difusión, en las escuelas públicas o en la sociedad en general, es que lo que está escrito en la Biblia no es verdad, que ninguna persona educada cree en Dios y que la ciencia tiene la clave o la solución a los misterios de la vida. La mentira de la evolución ha sido implantada tan profundamente que el tratar de liberar a la gente de ésa mentira se hace más difícil cada día.

El mundo rechaza lo que "Dios dice" y acepta lo que la "ciencia dice" como la suprema verdad. Muy pocos se dan cuenta de que la ciencia no posee las respuestas a las preguntas importantes, como por ejemplo: ¿por qué el universo y la vida existen? Y ¿por qué cada niño sabe la diferencia entre el bien y el mal y cree en la existencia de Dios hasta que la sociedad lo saca de esa simplicidad y le "enseña" lo que realmente es "apropiado"?

Muy pocos saben lo que los científicos de más renombre admiten. Uno de éstos científicos llamado Max Planck declaró: "La ciencia no puede resolver el fundamental misterio de la naturaleza." Nosotros no sabemos lo que es el tiempo, el espacio, la materia o la energía y mucho menos entendemos lo que es el alma y el espíritu. Para averiguar éstos misterios uno no puede dirigirse al universo sino al Creador del universo. Uno no puede razonar con un terremoto o un huracán. No existe compasión o comprensión en la "naturaleza".

Erwin Schrodinger, científico que recibió el premio Nóbel, escribió:

"La forma en que la ciencia nos presenta al mundo alrededor de nosotros es... horriblemente silenciosa acerca... de lo que realmente es importante para todos nosotros... no nos dice nada de lo hermoso y de lo horrible, de lo bueno o de lo malo, tampoco dice nada de Dios o la eternidad... ¿De dónde venimos y a dónde vamos? Esa es la pregunta crucial... para cada uno de nosotros. La Ciencia no tiene una respuesta para ninguna de ésas dos preguntas".

La Ciencia no sabe absolutamente nada de la verdad... solamente sabe las realidades físicas. El fundador del Instituto de Las Físicas Teóricas, Lee Smolin, de Waterloo, Canadá ha dicho: "Cuándo un niño pregunta, ¿Qué es el mundo? Nosotros francamente no sabemos cómo contestar ésa pregunta. El ‘por qué' de la pregunta irrita a los ateos porque el Creador es el que decide el propósito por lo que se hacen las cosas. Si tal Creador no existiera, ni el universo ni la vida tendrían ningún significado. Sin la existencia de Dios, no hay razón para que una flor florezca, ni tampoco hubiera razón para que el rocío de la mañana hiciera brillar tal flor, ni tampoco habría razón para que existiera todo lo que nosotros como humanos sabemos apreciar, incluyendo la vida misma.

¿Por qué todo es de la manera que es? Porque Dios es de la manera que es Él. Pero ¿quién es Dios? ¿Es el Zeus de los griegos? ¿O es el Brahman de los hindúes? ¿O es el Alá del Islam? ¿Tiene esto realmente importancia? ¿Podríamos nosotros reconocer o admitir que existe un ‘poder superior'? ¿Superior a qué? ¿Poderoso en qué sentido? Ningún poder impersonal puede crear seres personales. Ni tampoco una "fuerza" puede concebir y escribir las direcciones para construir y operar todas las criaturas vivientes.

El Ateismo nos lleva a muchas conclusiones absurdas, conclusiones promocionadas o fomentadas por gente inteligente. El ganador del premio Nóbel, Francis Crick, empieza su libro llamado "La Asombrosa Hipótesis" con las siguientes palabras:

"Tú, tus gozos y tus penas, tus memorias y tus ambiciones, tu sentido de identidad personal y libre albedrío, son todas estas cosas una expresión del comportamiento de una gran asamblea de células nerviosas y sus asociadas moléculas."

Si esa es la forma en que el universo nos ha hecho, entonces ¿por qué Crick lo llama ‘Asombroso'? Él sabe perfectamente que todo es contrario u opuesto al sentido común. Pero para permanecer en su ateísmo, él continúa aferrándose a éste razonamiento absurdo. Aún así, muchas personas rechazan la descripción o el razonamiento de Crick. Cualquier persona con sentido común sabe muy bien que en el proceso de la vida diaria a una persona se le presentan diferentes opciones, las cuales son analizadas cuidadosamente y al mismo tiempo uno también experimenta gozos, penas, ambiciones, temores, remordimientos y arrepentimientos, los cuales son todos muy reales. Pero "la Ciencia dice" en las palabras arrogantes del biologista Richard Lewontin:

"Nosotros tomamos el lado de la Ciencia aún en las muchas cosas absurdas que la Ciencia mantiene... ya que no podemos permitir que un Pie Divino obstruya la puerta amenazando con hacer su entrada."

Richard Dawkins, que es uno de los ateos más renombrados y muy conocido como un acérrimo enemigo de Dios, dice que nosotros somos solamente unos vehículos a través de los cuales "los genes egoístas" se perpetúan a sí mismos. Y aún así, él dice que los genes no pueden planear por anticipado. Los genes solamente ‘existen'. Él continúa diciendo: "Mucho de lo que quisiéramos creer, como el amor universal y el bienestar de las especies humanas... son conceptos que simplemente no tienen sentido en el proceso de nuestra evolución."

¡Esto sí que es una gran admisión de parte de éste ateo! Si el proceso de evolución nos hace incapaces de manifestar un verdadero amor, o buenas morales o buena ética, entonces ¿por qué nosotros admiramos estas cualidades?¿Cómo pueden ser éstas cualidades tan anormales si nosotros somos hijos de la naturaleza? A Crick y a Dawkins parece que les da vergüenza admitir que muchas de las cualidades que muchas personas poseen no pueden haben sido el producto de la evolución. Nosotros no pensamos ni actuamos en una forma que demuestre haber sido descendientes de criaturas o especies inferiores.

El lenguaje que compone los genes humanos "es idéntico en cada detalle al de un caracol. Sólo la secuencia de los componentes es... diferente..." El genio organizador que respalda al ADN (ácido desoxirribon nucleico) es impresionante. Usando las mismas cuatro letras para plantas, animales y hombres, la distinción es mantenida no solamente entre todas las criaturas vivientes sino también entre especies o individuos de cada clase. Este arreglo ingenioso hace prácticamente imposible para que el ADN de una clase de vida pueda cambiarse en el ADN de otra clase de vida.

No hay duda alguna que el lenguaje del ADN, que forma las bases o los cimientos de toda clase de vida, no puede haber evolucionado en forma espontánea. La similitud entre el ADN del hombre y el ADN de los animales, que pueda probar que el hombre desciende de los animales, es la misma que la similitud entre el ADN de los seres humanos y las plantas, que podría probar si alguien se atreviera a hacerlo, que el ser humano desciende de las plantas.

Nosotros no somos el producto de un proceso de evolución. Dios nos creó. Pero ateos se afierran a la teoría de la evolución como un escape para no dar cuenta a Dios. La teoría de Darwin fue propuesta por él como una forma de venganza en contra al Dios, en quien él ya no podía creer; ese "dios" que había permitido que su hija Annie hubiera muerto. El ateismo de Darwin impide que la Ciencia investigue y descubra el conocimiento del por qué las cosas son como son. Sin la existencia de Dios, no existe la respuesta a las preguntas más fundamentales de la vida misma y de la existencia del mundo en que vivimos. Nuestra existencia en éste inmenso, vasto y asombroso universo, nos hace pensar constantemente acerca de la razón por la existencia de tal universo y también la razón por nuestra propia existencia.

¿Por qué todas las cosas son como son? Porque Dios, que creó todo, es de la manera que Él es. ¿Y por qué Dios es de la manera que es? Porque a diferencia de los dioses caprichosos de religiones que no son cristianas, nuestro Dios se reveló ante Moisés diciendo: "YO SOY EL QUE SOY" (Éxodo 3:14). Consistentemente la Biblia declara, "Yo, el SEÑOR no cambio" (Malaquías 3:6). Dios está por encima del tiempo y de los cambios que son tan evidentes en nuestro mundo.

Dawkins dice: "Los genes son algo que solamente existen." No, los genes no pueden existir por sí solos y tampoco son eternos. Tienen que haber tenido un creador. Dios solamente es el que no tiene un creador que sino es el Creador de todo: la existencia de Él existe por sí sola; Él no fue creado, no cambia, es perfecto, eterno, es omnipotente, omnisciente y omnipresente. Para que Dios sea Dios, Él tiene que ser todo esto.

¿Por qué todas las cosas son como son? Porque Dios, que lo hizo todo, es de la manera que Él es. Acerca del universo que Él acababa de haber creado podemos leer que: "Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno" (Génesis 1:31) ¿Por qué era todo bueno? Porque Dios que hace todo, es bueno: "Ninguno hay bueno sino uno: Dios" (Mateo 19:17).

Aún en el estado corrupto de la actualidad, el universo es tan maravilloso que nos asombra y nos afecta tan profundamente porque el Dios que lo hizo, lo hizo hermoso. David escribió: "Una sola cosa le pido al Señor y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor... (Salmo 27:4). ¡Necesitamos tener una mayor apreciación de la hermosura del Señor!

¿Por qué existen algunas aparentes cualidades "buenas" en personas como Hitler o Stalin? Los guardias que estaban a cargo de los campos de exterminación durante la época de los nazis y que habían supervisado la matanza de judíos día tras día, podían ir a sus casas cada noche y ser amorosos con sus esposas e hijos y disfrutar la música de Wagner. Esto es porque Dios, que es bueno, creó al hombre a su imagen y semejanza (Génesis 1:26, 27). Y aunque el pecado separó a la humanidad de un Dios divino, un remanente de la imagen de Dios en el cual fuimos creados, todavía nos queda en nuestra naturaleza. Pero aún así, todo lo que el hombre ha tocado, hasta el amor mismo, lo ha corrompido.

El hombre que convence a una mujer a vivir con él sin contraer matrimonio le está realmente diciendo a ella: "Yo te quiero." Pero lo que él realmente quiere decir (tal vez aún sin él mismo saberlo) puede ser: "Yo te quiero y te deseo" Solamente cuando ya es demasiado tarde, ambos descubren que era el deseo carnal lo que realmente ellos se referían cuando hablaban de "amor."

¿Por qué existe el deterioro, la ruina, la podredumbre y la muerte que constantemente nos persigue? Esto también es porque Dios es de la manera que Él es. Sin la existencia de Dios, cuyo carácter nos ha sido revelado y nos condena por nuestras malas obras, no habría pecado, y sin la ley de Dios que está escrita en las conciencias de los seres humanos tampoco habría conocimiento del pecado: "Yo formo la luz y creo las tinieblas, traigo bienestar y creo calamidad; Yo el Señor, hago todas estas cosas" (Isaías 45:7)

¿Cómo es posible que un Dios bueno pueda crear la calamidad? En la misma manera que Dios creó la luz también creó las tinieblas. Una persona que nació y murió en una cueva en oscuridad completa no sabría que él estaba en oscuridad a no ser que alguien le mostrara la luz. La luz bruscamente revela la oscuridad por lo que realmente es; y la santa perfección de Dios también revela lo maligno por lo que realmente es. La memoria del paraíso perdido permanece elusivamente en el corazón del hombre. ¿Por qué tiene que ser así? Porque el Dios que es bueno es también divino y justo y el hombre, hecho a Su imagen y semejanza, se rebeló contra el Dios que lo creó.

¿Y qué podemos decir acerca del tormento eterno en el Lago de fuego? Esto también es, porque Dios es amor y Dios es justo. Él creó al hombre para que viviera siempre en el gozo de Su amor, este amor que no es como algo adicional a la naturaleza del hombre sino como algo que es la vida misma del hombre. Aquellos que rechazan el amor de Dios, se condenan ellos mismos al tormento eterno de una sed indescriptible por aquel que los creó para sí mismo. El cielo será la eterna satisfacción del agua viviente fluyendo "que salía del trono de Dios y del Cordero" (Apocalipsis 22:1). La existencia en el infierno será manifestada por la sed insaciable por Dios, el sufrimiento horroroso de estar conciente del pecado y de la rebelión cometida y de darse cuenta que uno está en ése lugar, únicamente por haber rechazado a Cristo.

"Dios es amor" (1 Juan 4:8, 16), el amor es la esencia de Su existencia. Él nos ama y quiere perdonarnos a todos; pero Él también es divino y es justo. Para que Dios perdone a los pecadores sin que el castigo por los pecados sea pagado, iría en contra de Su justicia y lo haría partícipe de nuestras maldades y de nuestras malas obras. Cristo pagó el castigo completo por nuestros pecados, pero el perdón debe ser pedido espontáneamente y deseosamente y debe también ser recibido con mucha alegría y con un gran alivio.

Los ateos dicen, "¿Cómo un Dios bueno pueda haber creado un mundo tan maligno? Si Dios no puede parar el sufrimiento y la muerte, este Dios es demasiado débil para ser Dios; y si este Dios puede parar estos sufrimientos pero no lo hace, entonces tal Dios es un monstruo que no merece nuestra confianza" La realidad es que éste mundo no es el mundo que Dios creó, sino es el mundo que nosotros creamos debido a nuestra rebelión en contra a Él. ¡No culpemos a Dios por lo que nosotros hemos hecho de Su mundo que Él creó de una manera perfecta.

¿Por qué Dios permitió que el hombre se rebelara? Esta realidad también es verdad, porque "Dios es amor." Nosotros no podemos recibir y gozar de Su amor, ni tampoco amarlo (o amar a nuestro prójimo) sin poseer el libre albedrío.. El amor proviene del corazón. La habilidad de poder decir "sí"no significaría mucho sin tener también la habilidad de poder decir "no." Trágicamente, Adán y Eva decidieron decir "no" a Dios y seguir a Satanás. El universo entero sufre como resultado de tal elección: "Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora" (Romanos 8:22).

Aquellos que rechazan la verdad rechazan a Dios. David Attenborough, persona de renombre en el mundo del entretenimiento y que ha producido numerosos programas de televisión por muchas décadas promocionando la teoría de la evolución dice: "El Dios en que ustedes creen... ese Dios que ustedes dicen que es todo misericordioso, ese Dios ha creado... un gusano parásito... ¿qué el único lugar en que puede vivir es en la pupila del ojo de un niño inocente en África?

No, ésa no es la manera en que el universo fue creado al principio. Y durante el reino de Cristo en el milenio, el mundo será restaurado a su condición original, sin animales devorándose los unos a los otros, sin microbios ni parásitos tratando de infectar y devorar otras especies vivientes: "....el lobo vivirá con el cordero, el leopardo se echará con el cabrito, y juntos andarán el ternero y el cachorro de león, y un niño pequeño los guiará. La vaca pastará con la osa, sus crías se echarán juntas, y el león comerá pasto como el buey. Jugará el niño de pecho junto a la cueva de la cobra, y el recién detestado meterá la mano en el nido de la víbora. No harán ningún daño ni estrago en todo mi monte santo, porque rebosará la tierra con el conocimiento del Señor como rebosa el mar con las aguas." (Isaías 11:6-9).

En Cristo solamente, y en Su pago por el castigo de nuestros pecados en la cruz, podemos hallar reconciliación al mismo tiempo que hallamos el significado y el propósito fundamental de éste acto supremo. "Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Juan 1:3); ¡Qué gran misterio! El niño nacido en Belén fue y para siempre es "Dios fuerte, Padre eterno" (Isaías 9:6). Jesús dijo, "Yo y el Padre uno somos." (Juan 10:30).

¿Cómo podríamos entender y conocer mejor a éste Dios infinito? Él nos creó para Él mismo y nosotros naturalmente estamos sedientos por Él: "Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo..." (Salmo 42:2). Pero desdichadamente aquellos que están en rebelión tratan en vano de satisfacer ésa sed adquiriendo posesiones materiales, dando rienda suelta a los placeres de la carne y manifestando su orgullo y arrogancia. Dios reveló al hombre que esa sed, ese deseo, esa ansia que el hombre anhela por Dios podía ser satisfecha solamente por la venida del unigénito Hijo de Dios.

El sufrimiento que Cristo soportó en mano de los hombres, nos revela la maldad que existe en nuestros corazones. Ese sufrimiento, que nosotros infligimos en Él, no nos podría salvar.. Fue el castigo por nuestros pecados que Jesús sufrió en la cruz, castigo causado por la ira de Dios en contra del pecado, y a consecuencia de ese castigo pagado se hizo posible que todos los que creyeran en Él serían perdonados. Fue porque Él pagó la pena máxima, en vez de nosotros, que ahora Él puede decir, "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba" (Juan 7:37).

Aquel que nació de una virgen y que es al mismo tiempo totalmente hombre y totalmente Dios, "Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Juan 2:9) "el cual, siendo el resplandor de Su gloria, y la imagen misma de Su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de Su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas" (Hebreos 1:3).

Pablo declara, "No hay duda que grande es el misterio de nuestra fe: Él se manifestó como hombre, fue vindicado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria" (1 Timoteo 3:16). "Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido" (1 Corintios 13:12). Tenemos la promesa gloriosa que por medio de nuestra fe, mientras más lo busquemos, mientras más meditemos y mientras más entendamos a nuestro Señor Jesucristo, lo veremos a Él mucho más claro y seremos más como Él. "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor" (2 Corintios 3:18).

La revelación de Cristo, por la cual nuestras almas están sedientas, nos asombra y nos sorprende constantemente mientras más entendemos claramente quién es Él y lo que Él ha hecho para que nosotros podamos reconciliarnos con Él. Algo de Su gloriosa persona es expresado en una forma hermosa cuando leemos el himno escrito por Graham Kendick:

Humildad y majestuosidad, hombría y deidad,
En armonía perfecta - el hombre que es Dios;
Señor de la eternidad, que habita en la humanidad,
Se arrodilla en humildad, y lava nuestros pies.

Mostrando el puro resplandor del Padre, en perfecta inocencia,
Y aprendiendo la obediencia de la muerte en una cruz;
Sufrió para darnos vida,
Conquistando a través del sacrificio,
Y cuando ellos lo crucificaban, oraba, "Padre, perdónalos."

Sabiduría desconocida, Dios invisible,
Su amor indestructible manifestándose en Su debilidad;
El Señor del infinito, rebajándose tan mansamente
Y levantando a la humanidad
A las alturas de Su trono.

¡O qué misterio! - Humildad y Majestuosidad;
Inclinémonos y adoremos,
¡Porque éste es nuestro Dios,
Porque éste es tú Dios!

¿POR QUÉ TODO ES DE LA MANERA QUE ES?

Título en inglés: "Why Everything is the Way it is?"