QUIENES AFIRMAN HABLAR EN NOMBRE DE DIOS - PRIMERA PARTE | thebereancall.org

McMahon, T.A.

Una gran número de Cristianos en los Estados Unidos están infatuados o tienen un amor ciego hacia aquellos quienes afirman hablar en nombre de Dios.  Si usted cree que estamos exagerando, simplemente sintonice a uno de los programas de la Trinity Broadcasting Netwark o TBC (Red Trinidad de Radiodifusión) o cualquier otro programa religioso que pasan por el cable TV. Lo que ustedes van a ver son iglesias con miles de Cristianos pendientes de cada palabra que un hombre o una mujer esté declarando aquello que Dios le ha revelado.  El contenido varía desde lo mundano a lo extraño.  Para algunos observadores quienes bien versados en las Escrituras, lo que están observando más que risible  es  indignante.  Pero esa es la reacción trágica de aquellos quienes se olvidan que muchos de los que se están yendo a la deriva espiritualmente hablando y que se identifican como los nuevos "apóstoles" y "profetas" son en realidad nuestros hermanos y hermanas en Cristo.

La mayoría de los creyentes en Norte América son muy comprensivos acerca de los sufrimientos que están padeciendo los Cristianos por su fe en tierras lejanas, pero al mismo tiempo no tienen un sentimiento comparable por los creyentes del mundo occidental quienes están siendo seducidos espiritualmente y cuya fe bíblica está siendo afectada.  La tendencia es catalogar a los falsos predicadores y maestros como gente chiflada o excéntrica y no piensan más en las audiencias cautivas de estos falsos predicadores.  Todos los verdaderos creyentes, aún aquellos quienes han sido llevados a una falsa enseñanza , son miembros del cuerpo de Cristo.  Cuando una parte del cuerpo es seducida y sufre, todo el cuerpo es afectado.

No solamente esa actitud arrogante está bíblicamente equivocada, sino que también es bastante limitada y por lo tanto ciega a la persona a seducciones y finalmente a las decepciones que indudablemente vienen como resultado de una progresión natural.  En esta serie de artículos queremos enfocar y presentar una vista panorámica de aquellas "personas quienes afirman hablar en nombre de Dios", demostrando así que el número de éstos fanáticos delirantes es alarmantemente alto y también que estos individuos que están compuestos de hombres, mujeres, ministerios y movimientos tienen una agenda y métodos sofisticados los cuales son contrarios a la Palabra de Dios.  En ésta tarea o en ésta obra, estos individuos han capturado las mentes y los corazones de multitud de Cristianos, la mayoría de ellos siendo Pentecostales y Carismáticos, como también numerosos jóvenes adultos, muchos de ellos provenientes de orígenes evangélicos conservadores.

Dave Hunt y yo hemos escrito y hablado acerca de este tema en fragmentos en nuestros libros, programas radiales y en muchos artículos de esta publicación, pero no hemos tratado este tema en una forma comprensiva acerca de la magnitud y la destrucción espiritual que estas falsas y destructivas enseñanzas están ocasionando.  Pero también podemos mencionar que existe un libro que habla de este tema en una forma más extensiva que cualquier otra publicación que esté en el mercado en la actualidad.  El título de este libro es: "Estrellas erráticas: Luchando por la fe con los Nuevos Apóstoles y Profetas."  El autor de este libro es Keith Gibson, el cual no solamente explica los métodos de éste movimiento desde principio a fin, sino también expone su influencia satánica al desenvolvimiento progresivo del reinado y religión del Anticristo.  Las observaciones de Gibson deben tenerse muy en cuenta. Él escribe: "La mayoría de los creyentes en la iglesia no han tomado seriamente las afirmaciones y pretensiones de los modernos apóstoles y profetas, ya que están introduciendo un nuevo elemento en el Cuerpo de Cristo.  Este elemento ya ha causado muchos cambios en el Cristianismo actual y muchos Cristianos han aceptado tales cambios sin percatarse del daño que está ocurriendo al Cuerpo de Cristo en su totalidad".

El error fundamental de este movimiento es la manera en cómo uno recibe la comunicación de Dios.  La mayoría de los líderes evangélicos está de acuerdo que los términos Griegos rhema y logos que se encuentran en la Biblia describen  las diferentes maneras de escuchar a Dios.  Históricamente esto ha sido la enseñanza fundamental entre los movimientos religiosos como "La Lluvia tardía," "Los Hijos Manifiestos de Dios” y otros movimientos que fomentan la prosperidad y la sanidad. Estos individuos llegan a la conclusión que logos se refiere a la palabra escrita y que rhema se refiere a la palabra hablada.  Aunque la Biblia usa estos dos términos indistintamente, sin hacer ninguna distinción, en la práctica esta falsa enseñanza eleva lo que supuestamente Dios les ha comunicado a ellos a un nivel igual o superior a lo que está escrito en las sagradas Escrituras.  Va mucho más allá de decir solamente lo que uno cree y lo que el Señor ha puesto en el corazón de uno.

Gibson comenta: "Es muy diferente el decir o afirmar una impresión que pronunciar en voz alta: 'Esto es lo que dice el Señor.'  El afirmar una impresión  o un pensamiento,  uno está afirmando lo que es  o lo que no podría ser totalmente verídico.  El pronunciar a voz alta 'Esto es lo que dice el Señor,' lo que el individuo está haciendo  en esta situación es afirmando una revelación divina que por definición tiene que ser verídica y por lo tanto siendo autoridad divina tiene que ser obedecida”.  "Ya sea por implicación o por afirmación”, añade Gibson, "las palabras 'Así dice el Señor' cambia todo. Un nivel más alto de autoridad está siendo declarado. Uno debe tener mucho cuidado cuando uno se atreve a poner palabras en la boca de Dios”.

Muchos no se dan cuenta de las graves consecuencias de ser seducidos por las enseñanzas de aquellos quienes afirman estar "escuchando directamente de Dios”.  En primer lugar estos individuos están totalmente debilitando la objetiva naturaleza de las Escrituras.  En otras palabras, cuando la Palabra de Dios es mezclada con lo que algunos supuestamente creen estar escuchando directamente de Dios, es muy difícil determinar  objetivamente lo que verdaderamente proviene de Dios.  Esta manera de pensar destruye el valor fundamental de la Biblia en las vidas de aquellos quienes caen presa de los supuestos nuevos profetas de Dios.  La escrita Palabra de Dios ya no se podría considerar como el factor determinante de la verdad, especialmente en lo que se refiere a las nuevas doctrinas de individuos que supuestamente afirman estar "escuchando directamente de Dios”. Indudablemente esto les conviene a los nuevos profetas ya que lo que ellos están afirmando y predicando ("las nuevas doctrinas de Dios") no pueden ser confrontadas por las "antiguas escrituras" que se encuentran en la Biblia.

Gibson nota lo siguiente con suma alarma: "Ninguna doctrina está siendo atacada continuamente por la comunidad de nuevos profetas como la doctrina relacionada a las Escrituras.  Los profetas de hoy día, y naturalmente también sus seguidores, son bastante torpes en su enfoque hacia las Escrituras, frecuentemente ignorando el contexto, la historia y la gramática.  Van hasta el extremo de dar una nueva interpretación a las palabras o una nueva definición cuando es necesario acomodarlas a sus ideas preconcebidas.  La intensión del autor en el texto es muy raramente considerada. El significado de la Biblia es dado por los nuevos profetas en la manera que ellos consideran apropiada”.

Si los evangélicos conservadores piensan que esta desviación de la sana doctrina está solamente restringida a los Carismáticos deben considerar sus propias iglesias. ¿Es el discipulado una parte significante de su confraternidad con sus congregantes?  ¿Y qué de la apologética? Durante sus estudios bíblicos, ¿están ustedes realmente estudiando los libros de la Biblia o libros escritos por autores contemporáneos? ¿Es la palabra hermenéutica una palabra extraña para la mayoría de sus congregantes?  Si es ése el caso, ustedes tienen mucho de qué preocuparse.

En su libro "Estrellas erráticas...," Keith Gibson resalta la necesidad imprescindible de hermenéutica para cada creyente. "Hermenéutica ha sido definida como el arte y la ciencia de interpretación bíblica.  Enfocando la Biblia apropiadamente, uno debe considerar muy cuidadosamente el contexto, la historia, la gramática y el tipo o clase de literatura que uno está leyendo.  La meta de hermenéutica es el entendimiento del pasaje o versículo de acuerdo al intento original del autor, como fue inspirado por el Espíritu Santo."  Expresándolo más simplemente, "La Biblia debe ser estudiada en su contexto histórico y gramático y con el entendimiento normal de las palabras que están siendo usadas. El objetivo es  descubrir el significado intentado por el autor del versículo  que se está estudiando.  Es esencial tener fe en que la intención Dios es que la Biblia sea entendida por el creyente normal dentro de la comunidad de la fe. Esto es algunas veces referido como la interpretación del 'sentido común'”.

Simplificándolo aún más, este sistema es parecido a una situación cuando dos personas están involucradas en una conversación. Ambas personas están conscientes del contexto que se está hablando, saben la suficiente gramática para conversar en oraciones y entienden el significado de las palabras que se están usando. Nosotros hacemos esto todos los días, por lo tanto es difícil de entender el por qué existe mal entendimientos de las Escrituras si uno sigue las simple reglas de hermenéutica.

Si uno siguiera las claras reglas del "sentido común" eliminaría la "profecía hermenéutica" (el creer a un predicador sólo porque él dice ser profeta) que ha atrapado a muchos creyentes en la red de seguir ciegamente a aquellos que afirman hablar en el nombre de Dios. Gibson ha visto el daño que esto ha causado en la confianza que muchos creyentes han puesto en la Palabra de Dios.  Él escribe lo siguiente: "El impacto de ésta 'profecía hermenéutica' es indudablemente muy serio.  En primer lugar, como ya se ha dicho anteriormente, este enfoque hacia la Escritura causa que la Biblia pierda su habilidad de proveer límites para la doctrina y para la práctica ya que hace que la Biblia pierda su significado objetivo.  Este erróneo modo de pensar hace que la Escritura dé un significado arbitrario, es decir, cualquier significado que un supuesto maestro profético le quiera dar o lo que el Espíritu le manifestó ese día.  Este estilo de enseñanza también sirve para remover cualquier entendimiento bíblico fuera del alcance del entendimiento del hombre común quien se da cuenta que simplemente él no puede ver o comprender las enseñanzas de las Escrituras que estos supuestos maestros proféticos le están enseñando.  Esto produce una dependencia de la persona común de la iglesia hacia aquellos que se llaman y se consideran 'maestros inspirados' para así poder saber lo que el Señor les está comunicando.  Una vez que esto ocurre el individuo es vulnerable a cualquier clase de enseñanza que el supuesto maestro inspirado quiera darle”.

Gibson plantea claramente las trágicas consecuencias de las cuales muchos de nosotros no estamos al tanto: "Porque estos maestros proféticos no enfocan o explican la Palabra de Dios de una manera apropiada y correcta, llegan a conclusiones falsas.  Estas conclusiones falsas a su vez apoyan doctrinas anormales y prácticas que no son bíblicas.  Estas prácticas que no son bíblicas y las falsas doctrinas debilitan las verdades históricas de la iglesia y desvían a Cristianos de la verdad pura y de la verdadera obra del ministerio de Dios”.

No es solamente ignorancia de las Escrituras o el mal manejo de ellas por parte de muchos líderes del movimiento profético, sino que algunos de ellos distorsionan las Escrituras para sus propios propósitos.  Gibson menciona un libro escrito por Wendy Alec titulado: "El Diario del Profeta Desconocido."  Esto es lo que ella afirma haber recibido de Jesús: "La Palabra de Dios es el maná de ayer y hasta los maestros proféticos han visto profundamente en sus corazones que tal Palabra no es suficiente para alimentar a la gente”.

O sea que la Palabra escrita de Dios no solamente "no es suficiente" sino que también es "el maná de ayer”.  La Escritura nos dice que el maná que se deja para otro día "se llena de gusanos y apesta."(Éxodo16:20).  Na cabe ninguna duda que Jesús, quien es la Palabra viviente, quien es el mismo de ayer, de hoy día y para siempre, aquel que dijo "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mateo 24:35; Marcos 13:31; Lucas 21:33), tendría mucho que decir acerca  de ésta blasfema afirmación. Y aún así miles de personas aceptan las enseñanzas de los nuevos profetas sin ni siquiera cuestionarlos. Nosotros no podemos juzgar el corazón de Wendy Alec en lo que ella dice, pero es obvio que ella ha relegado la Palabra escrita por lo menos a un nivel inferior a lo que ella y otros que supuestamente están escuchando lo que Dios les dice hoy en día.  Una vez más, esto es una tragedia que está infectando a nuestros hermanos y hermanas quienes son parte del cuerpo de Cristo.

Las Escrituras nos dan una sobria advertencia que yo creo es muy aplicable a los tiempos en que vivimos: "Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír.  Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos" (2 Timoteo 4:3, 4).  Una vez más, la doctrina sana es simplemente las enseñanzas de la Palabra de Dios, quien cada creyente debe leer, entender y obedecer.  Pero, de acuerdo a estos maestros, desde el momento que la doctrina bíblica es un obstáculo en el camino de las "nuevas revelaciones que Dios está dando," esta doctrina debe ser reducida a un nivel inferior.

Gibson cita al líder del movimiento profético, Francis Frangipane, cuando dice: "Nosotros hemos instruido a la iglesia en casi todo excepto en ser discípulos de Jesucristo.  Les hemos llenado las mentes con doctrinas en vez de la Deidad; les hemos dado manuales y libros en vez de darles Emanuel”.

Frangipane y sus asociados en realidad no han hecho nada de esto.  Gibson nota: "Frangipane parece ser inconsciente a la realidad que enseñar a la gente a ser discípulos de Jesucristo requiere una instrucción doctrinal por la simple razón que si uno va a enseñar a la gente quién Jesús es,  eso va a requerir una discusión doctrinal.  Además, ¿de qué otra manera va la iglesia a seguir las palabras de Cristo dadas en la gran comisión:  "enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes" (Mateo 28:20) sin darles una instrucción en doctrina? La respuesta de Gibson es sorprendente en su simplicidad, pero lo que más sorprende es que muchos creyentes no están pensando en lo que están recibiendo. Él añade: "Simplemente no es posible ni provechoso el pasar por alto la instrucción doctrinal. El discipulado ciertamente involucra mucho más que la simple instrucción doctrinal, pero sin lugar a dudas no puede involucrar menos que tal doctrina”.

Los líderes del movimiento profético por necesidad tienen que "involucrar menos”.  Rick Joyner, por ejemplo,  declara: "Nosotros debemos primero entender que nuestra unidad no está basada en doctrinas.  Tal unidad es superficial en el mejor de los casos. Nuestra unidad sólo puede encontrarse en Jesús.  El enfocar nuestra atención en Él y aprender a amar y apoyarnos los unos a los otros es mucho más importante que el estar de acuerdo en todas las doctrinas.  El tener las mismas doctrinas no es la base para la unidad...es en realidad la base para dividirnos”.

Aunque el mantra de los nuevos profetas y apóstoles es el que la "doctrina divide”, ellos tienen la razón en cierta manera. Romanos 16:17-18 establece o afirma el camino correcto: "Les ruego, hermanos, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra de lo que a ustedes se les ha enseñado.  Apártense de ellos.  Tales individuos no sirven a Cristo nuestro Señor sino a sus propios deseos.  Con palabras suaves y lisonjeras engañan a los ingenuos”.  La "verdadera doctrina" que enseñaron los apóstoles bíblicos, es la que causa divisiones.  Cualquier doctrina que está en contra de ésta "verdadera doctrina" es por lo tanto, una falsa doctrina.

Por necesidad y esperamos que sea por edificación, este primer artículo ha enfocado en las enseñanzas erróneas de los Nuevos Apóstoles y Profetas.  Con tal entendimiento, no nos debería sorprender cuan extraño y estrafalario sus creencias y sus prácticas se han

convertido o han evolucionado. En la siguiente parte de estas series, si el Señor lo permite, vamos a identificar (mayormente del libro "Estrellas Errantes") a los líderes y lo que está involucrado en su agenda de dominio mundial.

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QUIENES AFIRMAN HABLAR EN NOMBRE DE DIOS -

PRIMERA PARTE

Título en inglés: “THEY CLAIM TO SPEAK FOR GOD”