Capítulo 22 - Irresistible Gracia | thebereancall.org

TBC Staff

En la doctrina de la Irresistible gracia, encontramos una vez más la influencia omnipresente de Agustín. Boettner nos informa, "esta verdad cardinal del cristianismo [Irresistible gracia] fue vista claramente por primera vez por Agustín".[1]  Warfield dice que Agustín lo ha "recuperado para la iglesia".[2]  Asimismo, algunos Bautistas concuerdan en que "Agustín puede ser considerado como el padre del sistema soteriológico [llamado] 'Calvinismo'".[3]  Sproul incluso dice, "El agustinianismo actualmente se llama calvinismo o teología reformada".[4] Shedd declara:

            Agustín responde por el hecho de que algunos hombres son renovados y algunos no, por el Decreto incondicional (decretum absolutum), según la cual Dios determina el seleccionar de la masa caída de la humanidad (massa perditionis), los cuales son igualmente culpables y bajo condenación, una parte a quien confiere gracia renovadora y deja el resto a su propia voluntad y a la operación de la ley y su justicia.[5]

Habiendo una vez enseñado la libre voluntad y que Dios desea salvar a toda la humanidad,[6] con el tiempo Agustín cambió su opinión. Fe se convirtió en algo que Dios concede irresistiblemente a los elegidos sin que ellos hubiesen creído nada o sin haber tomado alguna decisión, o incluso sin haber sido conscientes de que estaban siendo regenerados.[7] Con este razonamiento, el hombre (siendo por naturaleza muerto en pecado) no puede escuchar el Evangelio y mucho menos responder a los llamados de Cristo.  Se requiere de la Irresistible Gracia para esta premisa bíblica, a la que los calvinistas se aferran a pesar de que nuestro Señor llama a todos, "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar... Si alguno tiene sed, venga a mí y beba"(Mateo 11:28; Juan 7:37), etc... Al parecer todos, incluso los espiritualmente muertos, pueden oír, llegar y beber, como lo dice claramente en otros pasajes. Dave Breese, Escribe: "Si la gracia fuese irresistible, seriamos incapaces de comprender, incluso la razón para predicar el Evangelio..."[8] Ciertamente, sería absurdo que Dios rogase a los hombres a arrepentirse y creer, si estos no pueden hacerlo, a menos que él irresistiblemente les causa que lo hagan.

Las serias consecuencias de la soberanía mal aplicada

 Resumiendo el Calvinismo hasta este punto: debido a la Total Depravación, aquellos a quienes Dios ha elegido incondicionalmente y predestinados a vida eterna y por quienes solamente Cristo murió, son primero soberanamente regenerados sin fe, entendimiento, o siquiera saber lo que les está sucediendo. Después de eso (algunos dirían simultáneamente) la gracia de creer en Cristo como Salvador y Señor irresistiblemente se impone sobre el electo recién regenerado, que Dios desde la eternidad pasada ha predeterminado salvar, y  les da fe para creer en Cristo. Piper dice que el hombre debe primero;

… ser nacido de Dios. Luego, con la nueva naturaleza de Dios, inmediatamente recibe a Cristo. Los dos actos (regeneración y fe) están tan íntimamente conectados que no podemos distinguirlos por alguna experiencia... el nuevo nacimiento es el resultado de la gracia irresistible... un acto de creación soberana...[9]

La irresistible gracia es esencial en la teoría de salvación calvinista. Nadie puede resistir la gracia  salvadora de Dios, que es impuesta irresistiblemente sobre aquellos a quienes él ha predestinado para vida eterna. Como dice Piper, "No puede haber salvación sin la realidad de la gracia irresistible. Si estamos muertos en nuestros pecados, totalmente incapaces de someternos a Dios, entonces nunca creeremos en Cristo a menos de que Dios supere nuestra rebelión".[10]

Lamentablemente esta doctrina, también- como todos los del ‘tulip’- conducen a una negación del amor, la misericordia y la gracia de Dios como esta revelado en las Escrituras. Piper declara, "Dios es soberano y puede superar todas las resistencias cuando él quiere... irresistible gracia se refiere a la obra soberana de Dios para vencer la rebelión de nuestro corazón y traernos a la fe en Cristo para que podamos ser salvos".[11]  Si eso fuera cierto, Dios podría haber impuesto irresistiblemente su gracia sobre Adán y Eva y salvar a la humanidad de la maldad y sufrimiento que resultó a causa de su rebelión. ¿Por qué no lo hizo? ¿Qué amor es este?

¿Le falta a Dios amor y compasión para el mundo (como dice la Biblia) sino solo para unos pocos elegidos (como insisten los calvinistas)? Piper dice que Dios decidió salvar a los elegidos solo por imponer su gracia irresistiblemente sobre ellos y pre-destino el resto de la humanidad al tormento eterno. ¿No es este caso abominable a cada conciencia? ¿Y no maligna esto al Dios de la Biblia, la cual dice, "Y sus misericordias sobre todas sus obras" (Salmo 145:9) y que "todos los hombres sean salvos" (1 Timoteo 2:4)?

Si, como declara la Biblia, Dios realmente ama a todos y les ha dado el poder de elección, entonces la perdición y condenación es su propia responsabilidad por rechazar voluntariamente la salvación que Dios amorosamente ofrece libremente en Cristo. Sin embargo, Hodge declara, "según el esquema agustiniano, los no elegidos tienen todas las ventajas y oportunidades de asegurar su salvación..."[12] ¿Qué ventajas y oportunidades tienen para la salvación a los que Dios retiene la regeneración y la irresistible gracia según dicen los  calvinistas, y nadie puede creer para salvación, para quienes Cristo no murió y a quienes predestinó a condenación eterna antes de que nacieran? ¡Esto es una burla! ¡Sin embargo, Sproul, Piper, MacArthur y otros líderes calvinistas "moderados" de hoy, persisten en esta evidente contradicción!

Además, ¿cómo pueden estas personas rendir cuentas justamente?  ¿Cómo puede un parapléjico ser juzgado por no convertirse en un gimnasta de clase mundial o un hombre parir hijos o amamantar a los niños que pare su esposa? ¡Absurdo! Sin embargo se nos dice que la justicia perfecta de Dios opera de esta manera. Trágicamente, la tergiversación del Dios del calvinismo, ha causado a muchos  alejarse de Dios como si fuese un monstruo.

Al parecer, Dios ha creado a todos los hombres como incapaces de elegir buscarlo y creer en el Evangelio. La única esperanza está en Dios mismo, soberanamente regenerando al pecador, pero sólo lo hace para un selecto número limitado y condena al resto para demostrar su soberanía y justicia. Tal es el mensaje del ‘tulip’. Considerándose a sí mismo como uno de los elegidos, Piper encuentra gran gozo en del ‘tulip’ y no expresa ningún remordimiento por el destino predestinado de aquellos para quienes esta doctrina sólo podría causar angustia eterna:

Tenemos que volver a pensar nuestra Doctrina reformada de la salvación para que cada miembro y cada rama del árbol estén cursando con el placer de la savia Agustina. Debemos aclarar que la depravación total no es solo maldad y ceguera... y que la elección incondicional significa que la plenitud de nuestro gozo en Jesús fue planeada para nosotros antes de que existiésemos (no importa que la condenación eterna también fue planeada para otros); y que la limitada expiación es la garantía de que el gozo indestructible en Dios infaliblemente garantizada para nosotros (solo los elegidos para quienes Cristo murió) por la sangre del Pacto; y la irresistible gracia es el compromiso y el poder del amor de Dios... la perseverancia de los Santos es la obra omnipotente de Dios para sostenernos...[13] (énfasis en el original)

¿Qué amor, compasión, o gracia es ésta?

Solo los elegidos disfrutan el "deleite Agustino" de haber sido elegidos para la salvación. ¿Qué delicia existe para aquellos que, antes de que llegaran a la existencia, ya estaban predestinados al tormento eterno? Ni tampoco el calvinista puede tener la más mínima simpatía por aquellos a quienes Dios tiene, ‘por su buena voluntad’, condenados eternamente.

Por contraste, considere las repetidas garantías de la Biblia en cuanto al amor de Dios y la gracia que son para toda la humanidad ilimitada y eterna. Aquí están algunas Escrituras entre muchas para tal efecto:

  • Porque si os volviereis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra: porque Jehová vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él. (2 Crónicas 30:9)
  • Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste. (Nehemías 9:17,31)
  • Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad(Salmos 86:15)
  • Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. (Joel:2:13)
  • porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. (Jonás 4:2)

Como cientos de otros, cada una de estas Escrituras se dirige a todo Israel, la mayoría de los cuales rechazaron la gracia de Dios. Nunca hay ningún indicio de que la compasión y misericordiosa de Dios no se extiende a nadie menos que a todos los hombres. "Le amamos porque él nos amó primero" (1 Juan 4:19) declara que nuestro amor es en respuesta al amor de Dios. En ninguna parte las Escrituras indican que amamos a Dios, como Piper se goza, porque estamos entre un selecto grupo de predestinados a la salvación y soberanamente regenerados.

¿Y qué de aquellos supuestos no elegidos a la salvación, que Dios nunca pretendió salvar, para quienes Cristo no murió, y para quien no existe esperanza? ¿No es sádico el ordenarles amar a Dios? Porque este, al primero de los diez mandamientos, como todos, es un mandamiento para todos. ¿Cómo podrían los no elegidos amar a Dios, cuando Dios no les ama a ellos? Tal enseñanza deshonra a Dios y sólo puede causar resentimiento hacia Él.

Lamentablemente, al leer decenas de libros escritos por calvinistas, uno encuentra mucho que ensalza la soberanía de Dios pero muy poco de su amor. Packer admite, "en tiempos de la reforma y desde entonces, la relación del amor de Dios en la elección se ven a menudo... causado disputas de una clase abstracta de la soberanía de Dios en cuanto a la reprobación".[14]  ¿! Qué más tiene para ofrecer el Calvinismo!?

Como lo declara Piper, "la doctrina de la irresistible gracia significa que Dios es soberano y puede superar cualquier resistencia cuando él quiere".[15]

El cristiano debe amar a los demás con el amor de Dios como su fuerza y su ejemplo, porque "el amor es de Dios" (1 Juan 4:7), "... porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5), "porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros" (1 Tesalonicenses 4:9).

El amor de Dios que fluye a través de los creyentes tiene un efecto práctico: " Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? (1 Juan 3:17). Se nos manda a amar a nuestros enemigos y hacer el bien a todos, incluso a aquellos que nos odian (Mateo 5:44; Lucas 6:35, etc...) Es curioso como el amor de Dios morando en nosotros, indefectiblemente suple las necesidades de los demás a través de nosotros — pero Dios mismo ve miles de millones en la mayor necesidad y se niega a ayudarlos — de hecho, condena a los que él podría salvar. ¡Seguramente este no es el Dios representado en la Biblia!

Un Dios muy sufrido

Como hemos visto, la soberanía en el Calvinismo, es que Dios está detrás de cada emoción y acto de cada persona, causando cada pecado y cada impulso de "amor". Supuestamente el corazón del hombre es "hecho dispuesto" para amar a Dios. Pero el ser "hecho dispuesto" es un oxímoron (contrasentido). Uno puede ser persuadido o convencido pero no dispuesto, ya que la voluntad debe estar dispuesta  por sí misma.

Otra vez estamos obligados a preguntar, “¿qué amor es éste?” Si se puede decir que el Dios de Calvino puede  amar de alguna manera, es con un amor que supuestamente se puede imponer a cualquiera y también la respuesta del hombre seria por esa misma imposición. Pero ésta no es la naturaleza del amor de Dios.

Por el contrario, en el amor infinito del Dios de la Biblia, la gracia y la misericordia se demostró poderosamente en su trato con Israel. Y brillo aún más el verdadero amor, por el rechazo y el odio contra Él, por un Israel desobediente. A pesar de ser calvinista, D. A. Carson expresa claramente la contradicción del calvinismo:

La profecía completa de Oseas es una representación sorprendente del amor de Dios. Dios Todopoderoso se asemeja a un marido traicionado y engañado. Pero la intensidad de la pasión de Dios por la nación del Pacto llega a su apogeo en Oseas 11. "Cuando Israel era muchacho” Dios declara, “yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo,”(11:1)..." Pero entre más amaba Dios a Israel, más se alejaban. Dios fue el que se preocupaba por ellos... el que “Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor” (11:4). Sin embargo, ellos... “Sacrificaban a Baal y amaban la idolatría.” Así que Dios promete juicio. Volverán a "Egipto" y Asiria, es decir, a la cautividad y la esclavitud, "porque se niegan a arrepentirse" (11:5). Sus ciudades serán destruidas (11:6)... Esto da a entender como si se ha pronunciado una sentencia implacable. Pero después es como si Dios no puede tolerar la idea. En una agonía de intensidad emocional, Dios se compunje…

¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión. No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti; y no entraré en la ciudad.  (11:8, 9)

¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín?

¿Te entregaré yo, Israel?

Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión. 

No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín…

 Porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti;

 Y no entraré en la ciudad. Declara el Señor.[16]

Sin embargo si el Calvinismo es verdad, estos ruegos son una farsa. Los elegidos no los necesitan, y los no elegidos no le prestan atención. Los que son totalmente depravados y elegidos a la salvación deben ser regenerados e infundidos con la Irresistible gracia, mientras que el resto de la humanidad están condenados sin remedio. ¿Por qué fingir este amor y preocupación cuando el hombre no tiene opción y Dios irresistiblemente puede hacer que alguien haga lo que él quiera?

Supuestamente, el elegir sólo unos pocos selectos y condenar al resto, es necesario para demostrar la soberanía de Dios y su justicia, y será eternamente para su mayor gloria. Sin embargo, es obvio que Dios no necesita maldecir a nadie para demostrar su soberanía o su justicia. Si no es una amenaza a la soberanía de Dios el salvar a los elegidos, tampoco sería una amenaza rescatar a un millón más, 100 millones más, o aún,  salvar a toda la humanidad.

Múltiples pasajes de la Biblia quitar toda duda de que Dios ama y desea bendecir no solo al electo, que sería redimido de Israel, sino a todo Israel (y así toda la humanidad), incluyendo aquellos que rechazan su amor y su oferta de gracia y bendición. El carácter mismo de Dios se refleja en los mandamientos que Él dio a su pueblo elegido. Ellos debían restaurar, incluso a un enemigo, su buey o asno que se había extraviado (Éxodo 23:4). ¿Y sin embargo, Dios no daría a la humanidad errante la bondad que Él manda al hombre dar a los animales? Tal enseñanza no es fiel a las Escrituras o a la conciencia que Dios ha puesto dentro de cada persona (Romanos 2:14 – 15).

Un Malentendido Fundamental

¿Cómo surge esta grave injuria al carácter Santo de Dios entre los cristianos verdaderos? Principalmente por el excesivo énfasis sobre la soberanía de Dios, excluyendo todo lo demás. Es imaginado que si el hombre puede hacer una elección: incluso al ser llamado y conquistado por Espíritu Santo, él puede voluntariamente, desde su corazón responder al amor de Dios en el evangelio — así la soberanía de Dios ha sido anulada. Pink insiste en que si el hombre podría, por decisión propia, creer en y recibir a Cristo, "entonces el cristiano tendría un motivo de jactancia y glorificación propia por su cooperación con el Espíritu..."[17]  Aun Carson cae en este error, en un libro que ha equilibrado muy bien la verdad:

Si Cristo murió por todas las personas con exactamente la misma intención... entonces es imposible evitar la conclusión de que la marca distintiva entre aquellos que son salvos y aquellos que no es su propia decisión, su voluntad. De seguro esto es motivo de jactancia.[18]

Sólo un calvinista se negaría a ver la falacia de este argumento. La salvación es "el regalo de Dios" (Romanos 6:23). ¿Cómo podría ser recibido un regalo sin la posibilidad de elegir? La habilidad de decir no (lo único que el calvinismo otorga a los totalmente depravados) no tiene sentido sin la capacidad de ser acompañado de la habilidad de decir que sí.

Además, ¿cómo puede proporcionar una base para la jactancia el hecho de aceptar un regalo? Si el regalo es ofrecido a todos para tomar libremente, los que reciben el regalo no tienen base alguna para darse crédito a sí mismos. Todo ha sido provisto en Cristo, es su obra, para Él es toda la gloria, y es absurdo sugerir que el pecador sin esperanza, que ha sido rescatado sin mérito o esfuerzo por su parte, sino simplemente por recibir la gracia de Dios, pueda presumir de nada.

El calvinista es tan temeroso de cualquier respuesta por parte del hombre por desafiar la soberanía de Dios, que inventa argumentos cada vez más insostenibles. Charles Hodge insiste en que “si la gracia eficaz es el ejercicio del poder todopoderoso ésta es irresistible".[19]  Siguiendo el mismo razonamiento, C. D. Cole escribe, "el poder de la gracia es el poder de Dios. Esto hace apropiado el hablar de la irresistible gracia. ¡Sin duda podemos hablar de un Dios irresistible!"[20]

El error de tal razonamiento es elemental. El poder omnipotente no tiene nada que ver con la gracia o amor o aun el otorgar un regalo. De hecho, tal y como Dios mismo no puede obligar a nadie a amarlo (porque una respuesta  coaccionada es lo contrario del amor), esto sería lo contrario de la gracia, el forzar cualquier regalo o beneficio de la "gracia" sobre cualquiera que no quiere recibirlo. Para ser un regalo, este debe ser recibido voluntariamente. El Poder no tiene nada que ver con el bondadoso y amoroso regalo de Dios.

Beck, al igual que muchos calvinistas, repite los mismos argumentos mal fundamentados: "¡Repito, el Evangelio de Cristo es el poder de Dios para la salvación! Nada puede detenerlo... Si la gracia de Dios puede ser resistida con éxito, entonces Dios puede ser superado... "[21] Tales argumentos son una vergüenza al sano razonamiento. El poder de Dios en la salvación se refiere a su capacidad de pagar la pena del pecado para satisfacer su justicia y aun así justificar a los pecadores; esto no se refiere a una salvación forzada sobre aquellos que de lo contrario lo rechazan. En ninguna parte de las escrituras se encuentra este concepto. Siempre es "todo aquel que quiera puede venir" — y nunca es la imposición de la gracia de Dios sobre cualquier persona que no esté dispuesta. En esto debemos coincidir con Armenio, que dijo: "La gracia no es un acto omnipotente de Dios, que no puede ser resistida por el libre albedrío de los hombres".[22]  No puede ser o por definición no sería gracia.

Yahvé envió a sus profetas generación tras generación para abogar por el arrepentimiento de un pueblo que repetidamente rechazó la oferta de su gracia. ¿Por qué esa gracia no fue "irresistible"? Si el poder omnipotente de Dios puede causar a cualquiera recibir el don de su gracia, entonces el “regalo” no es un regalo, y la “gracia” no es gracia, y el hombre no es un ser moralmente responsable.

En todos los ruegos de Dios con Israel para arrepentimiento y sus promesas de bendición a ella si lo cumplían, nunca hay ninguna sugerencia de que podría o que sería impuesta su gracia sobre ella irresistiblemente. Nunca ningún calvinista ha dado una explicación bíblica sobre la Irresistible Gracia.

Como sólo uno de muchos ejemplos, Dios clama, " Oye, pueblo mío, y te amonestaré… En un momento habría yo derribado a sus enemigos… Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo…"(Salmo 81:8 – 16). En cambio, el juicio de Dios cayó sobre Israel. ¿Era juicio lo que Dios quiso para ellos todo ese tiempo?, y ¿fueron sus ruegos falsos? Uno es conducido a esta conclusión por el Calvinismo, la cual socava todas las Escrituras. Tales ruegos con Israel y con toda la humanidad, se convierten en un pretexto vergonzoso.

Más contradicciones

Este elemental, pero sincero malentendido de la omnipotencia, es fundamental para el Calvinismo. Tom Ross argumenta: "Si cada hombre posee un libre albedrío que es lo suficientemente fuerte como para resistir la voluntad de Dios en la salvación, ¿Qué le que evitaría el resistir la voluntad de Dios en la condenación eterna del juicio del Gran Trono blanco?"[23] Ross está confundido. Los que están presentes en el juicio del Gran Trono Blanco están allí debido a su repetido endurecimiento contra el amor de Dios y de la oferta de salvación. Ahora se enfrentan a su juicio. Gracia se ofrece en amor; juicio es impuesto por la justicia y el poder.

¿Acaso Ross no ve ninguna diferencia entre la salvación ofrecida en la gracia de Dios y el juicio impuesto por su justicia? ¿Habla en serio cuando el sugiere que por rechazar una, también se puede rechazar la otra? No todos los calvinistas están de acuerdo. Así escribe Carson que la "soberanía incondicional de Dios y la responsabilidad de los seres humanos son compatibles entre sí".[24]

No minimizamos la soberanía de Dios, sino que debe ser equilibrada con sus otros atributos. Carson declara, "no creo que lo que dice la Biblia sobre el amor de Dios pueda sobrevivir a la vanguardia de nuestro pensamiento, si abstrae de la soberanía de Dios, la santidad de Dios, la ira de Dios, la providencia de Dios o la personalidad de Dios — para mencionar sólo unos pocos elementos no negociables del cristianismo básico".[25]

La soberanía absoluta de Dios no impidió la rebelión de Satanás y Adán, la desobediencia continua del hombre de los diez mandamientos y su extravío como oveja perdida en rechazo a la voluntad de Dios. Mucho menos significa que la soberanía de Dios está detrás de todo, está causando cada pecado, como lo requiere el calvinismo. Este error dio lugar a la creencia de que la gracia debe ser irresistible.

Cada conciencia es testigo de la declaración no calvinista de Carson de que "las Escrituras no se burlan de nosotros al decir que, 'Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen."[26]  Sin embargo Carson sigue siendo un calvinista mientras que contradice en muchos aspectos a la mayoría de sus colegas.

Algunos calvinistas intentan escapar las terribles consecuencias de su doctrina por lo que sugieren que la predestinación a la condenación, y la invitación de Dios a todos a creer, son ambos verdad aunque se contradicen entre sí. Supuestamente, el problema es que no sabemos cómo conciliar estos aparentes conflictos y tampoco se debe intentar, porque todo será revelado en la eternidad.

La verdad es que el Calvinismo ha creado este "misterio" particular. Aunque hay muchas cosas que no comprenden los seres finitos, se nos ha dado una conciencia con un agudo sentido del bien y el mal y de justicia y la injusticia. Dios nos llama a razonar con Él sobre estas cosas. Llega hasta límites extremos para explicar su justicia y su amor e incluso le ha dado al hombre no regenerado la capacidad de entender el Evangelio y creer en Cristo o rechazarlo. El calvinismo, como hemos visto repetidamente, es repugnante a la conciencia dada por Dios.

La Irresistible Gracia y el Evangelio

La mayoría de calvinistas intentan honrar el mandamiento de Cristo de "predicad el Evangelio a toda criatura". Sin embargo es difícil defender la importancia del evangelio cuando el no regenerado es incapaz de creerlo, y los elegidos se regeneran sin él, luego se les da fe para creer soberana y sobrenaturalmente. Aparentemente, sin darse cuenta, contradicen la misma "teología reformada" que el mismo defiende, R. C. Sproul, Jr., sinceramente exhorta a los lectores, "Si creemos en el poder del Evangelio para nuestra salvación, debemos creer en el poder del Evangelio predicado para traer a sus escogidos".[27] Pero los elegidos del calvinismo han sido predestinados desde la eternidad pasada, y solamente es el acto soberano de Dios de la regeneración, y no el Evangelio, que puede "traer a sus escogidos".

Según el TULIP, ¿cómo puede el Evangelio afectar la salvación de alguien? El no regenerado, sea un elegido o no elegido, no puede responder ni tampoco creerlo. Tampoco se beneficia el no electo de entender, porque estos han sido predestinados a la condenación eterna desde el principio.

Los elegidos se regeneran sin el Evangelio y sólo entonces pueden creen. Pero una vez regenerados, ya son salvos a menos que uno pueda ser soberanamente regenerado (es decir, nacer de nuevo por el espíritu) y todavía no ser salvos. Después de haber sido regenerados sin el Evangelio, posteriormente al oírlo y creerlo no puede salvarlos, puesto que ya han sido salvos con su regeneración.

Sproul es fiel a la palabra de Dios, que enseña claramente que el Evangelio "es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree" (Romanos 1:16). Sin embargo para ser fiel a la Biblia, él debe ignorar la enseñanza del calvinismo de que uno no puede creer en el Evangelio hasta que haya sido regenerado. Así que el habla como si el Evangelio, tal y como lo dice la Biblia, debe ser creído para la salvación, pero realmente no puede creer esto, o tendría que abandonar el calvinismo.

Sproul dedica un libro completo, con justa razón, reprendiendo a los autores de "Evangélicos y Católicos Unidos: La Misión Cristiana en el Tercer Milenio". Argumenta correctamente que "la justificación por fe solamente es esencial para el Evangelio. El evangelio es esencial para el cristianismo y la salvación".[28]  Termina el libro con esta cita no calvinista de Juan Calvino: "Por lo tanto que quede establecido... que somos justificados solo por la fe".[29]

Pero Sproul cree que no hay fe hasta que no haya regeneración, por lo que el nuevo nacimiento en la familia de Dios, como un hijo de Dios ¡aun deja a la persona sin justificación! Además, puesto que la fe en Cristo por medio del Evangelio es esencial para la salvación, vemos a los elegidos re-nacidos como hijos de Dios, antes de que sean salvos.

Cuando se trata del Evangelio, el calvinismo se vuelve muy confuso. ¿Cómo puede el Evangelio predicado "traer a sus elegidos" como lo declara Sproul? Aun los escogidos no pueden creer hasta que hayan sido regenerados, y el calvinismo es firme en que la regeneración es la manera de Dios para traer a "sus escogidos". ¿No fue el soberano acto de regeneración que trajo a los elegidos al redil? Así que el evangelio no está involucrado, y por lo tanto Sproul ofrece esta falsa motivación para predicarlo.

El calvinista al parecer tiene dos compartimentos en su mente: en una, sostiene los dogmas del calvinismo fielmente, y en la otra, sostiene la enseñanza de las Escrituras. Esto no puede ser fácil o cómodo para la conciencia. El hecho de que la fe en Cristo por medio del Evangelio/salvación precede el nuevo nacimiento (en contradicción a la doctrina de la regeneración antes de la fe) se enseña sin lugar a dudas en decenas de pasajes como los siguientes:

  •  El diablo…  quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. (Lucas 8:12)
  • Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. (Hechos 16:31)
  • Y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. (Romanos 10:9)
  • En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, (Efesios 1:13 énfasis añadido)

Una Contradicción Clásica

Encarando el asunto, la frase "Irresistible Gracia" presenta otra contradicción irreconciliable. En cuanto a la gracia, hay dos posibles significados para la palabra "irresistible": irresistible en su llamamiento a toda la humanidad; o irresistible en su imposición a los elegidos solamente. Por supuesto que el primero es vigorosamente negado por calvinismo. Este sistema se basa en la creencia de que la gracia y el evangelio no tienen ninguna atracción para los hijos e hijas de Adán que están espiritualmente muertos y son Totalmente Depravados. Incluso la gracia tampoco tiene atracción para los elegidos, hasta que hayan sido soberanamente regenerados.

Siendo así, sólo queda una posibilidad: que la irresistible gracia es impuesta a un grupo electo — y esta es la enseñanza del calvinismo. Pero el imponer cualquier cosa a alguien es la antítesis de la gracia. Incluso el forzar un regalo tan valioso y deseable, sobre alguien que no desea recibirlo, sería sin-gracia en extremo. Por lo tanto la frase " Irresistible Gracia " es otra contradicción. Sin embargo esto es un elemento integral sin la cual los otros cuatro puntos del ‘tulip’ se desmoronan.

Además, este cuarto punto del ‘tulip’, al igual que las tres primeras, nos confronta con una frase más desconocida en las Escrituras, así que ¿cómo puede ser bíblico? La palabra "irresistible" no aparece en la Biblia. Sin embargo la maravillosa gracia de Dios, es una de las más preciosas verdades en Su palabra. La palabra "gracia" aparece 170 veces en 159 versos. Y nunca en ninguna mención hay alguna sugerencia de que la gracia se impone irresistiblemente. Siempre la inferencia es que la gracia de Dios es entregada libremente y es voluntariamente recibida.

Consideremos unos cuantos ejemplos:

  • Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. (Génesis 6:8)
  • Gracia y gloria dará Jehová. (Salmos 84:11)
  • Y por quien recibimos la gracia y el apostolado… (Romanos 1:5)
  • De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada… (Romanos 12:6)
  • Por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús. (I Corintios 1:4)
  •  A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia… (Efesios 3:8)
  • Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. (Efesios 4:7)
  • Vosotros, maridos… dando honor a la mujer… como a coherederas de la gracia de la vida.(I Pedro 3:7)

¿Y qué de otras Escrituras, tales como "Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración..." (Zacarías 12:10); "Y con gran poder los apóstoles daban testimonio… y abundante gracia era sobre todos ellos" (Hechos 4:33); "Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia..."(2 Corintios 9:8), etc? Aunque la indicación parece ser más fuerte que Dios soberanamente otorga gracia, no hay ningún indicio de que la gracia de Dios se impone irresistiblemente sobre cualquiera. Cada uno de su propia voluntad, debe elegir recibirlo.

Retomando la teoría de las “dos voluntades”

Muchos calvinistas, en defensa de ese sistema, hacen sorprendentes declaraciones como la siguiente: "Porque  la voluntad de Dios siempre se cumple, la voluntad de cada criatura debe conformarse a la voluntad soberana de Dios".[30]  Entonces, es lógico que cada pensamiento, palabra y escritura de la humanidad (incluyendo la maldad más atroz) ha sido determinada por Dios. Vance, comenta, "que la fornicación y la ingratitud son realmente parte de la voluntad ‘secreta’ de Dios' y no debe sorprendernos a la luz de... el concepto calvinista de todo el decreto de Dios".[31] Pero, ¿No reacciona en horror la consciencia de todo hombre ante esta doctrina que dice que todo el mal es cumplido por la voluntad de Dios? Incluso Pink a veces rechaza el distinguir entre la voluntad “perfecta” de Dios y su "voluntad permisiva", porque "Dios sólo permite lo que es conforme a su voluntad".[32]  El así contradice la opinión de MacArthur sobre 1 Timoteo 2:4 que Dios tiene dos voluntades contradictorias-una posición con la cual Sproul, Piper y los principales calvinistas están plenamente de acuerdo.

Los calvinistas luchan por reconciliar una soberanía que hace que cada pensamiento pecaminoso, palabra y acción, que condena a miles de millones, con el repetido testimonio bíblico de la bondad de Dios, su compasión y amor para todos. Al igual que MacArthur, John Piper propone una solución bíblica e irracional — la idea de que Dios tiene dos voluntades que se contradicen una a otra, pero que realmente no están en conflicto:

Por lo tanto afirmo con Juan 3:16 y 1 Timoteo 2:4 que Dios ama al mundo con una profunda compasión, y que desea la salvación de todos los hombres. Pero también afirmo que Dios ha escogido desde antes de la Fundación del mundo a quien él salvará del pecado. Puesto que no todas las personas son salvas debemos elegir si creemos (con los Arminianos) que la voluntad de Dios para salvar a toda la gente es frenada por su compromiso de la libre determinación humana o si creemos (con los calvinistas) que la voluntad de Dios para salvar a toda la gente es frenada por su compromiso con la glorificación de su soberana gracia (Efesios 1:6, 12, 14; Romanos 9:22-23)... Este libro pretende mostrar que la soberanía de la gracia de Dios en la salvación es enseñada en las escrituras. Mi contribución ha sido demostrar que la voluntad de Dios para que todas las personas sean salvas no es una contradicción con la soberanía de la gracia de Dios en la elección. Esta es mi respuesta a la pregunta sobre lo que frena la voluntad de Dios para salvar a todas las personas en su supremo compromiso de respetar y mostrar la gama completa de su gloria a través de la manifestación soberana de su ira y misericordia para el gozo de los suyos escogidos y los creyentes de cada tribu, lengua y nación.[33]

Una vez más, tenemos una contradicción evidente de Piper. En su gran amor y compasión, Dios "desea la salvación de todos los hombres". Sin embargo, para "Mostrar la gama completa de su gloria" no salva a todos a pesar de la insistencia en que él podría salvar a todos, si él así lo deseara. Aclaremos esto: El Dios de Piper desea la salvación de todos los hombres; y con su imposición soberana de la gracia irresistible, él podría salvar a todos, pero no lo hace para demostrar su ira.

Aquí tenemos la contradicción más clara posible. ¿Cómo puede escapar de ella el calvinista? Ah, Piper ha encontrado una ingeniosa manera de afirmar que Dios ama y realmente quiere salvar incluso aquellos a quienes él ha predestinado a la condenación desde la eternidad pasada: Dios tiene dos voluntades que, aunque estos se contradicen entre sí, en secreto realmente están de acuerdo. ¿Estamos siendo conducidos a una locura donde las palabras han perdido su significado?

Se nos pide creer que no se trata de ninguna contradicción para Dios mismo contradecirse, siempre y cuando fomente la "soberana demostración de su ira y su misericordia". Nuevamente Piper falla en su razonamiento. Condenar a miles de millones, sin duda demostraría la ira de Dios, pero ¿cómo glorifica esto su misericordia? Y aunque de alguna manera fuera este el caso, no hay forma de conciliar la reprobación con las claras expresiones del amor y el deseo de salvación para todos — expresiones que Piper pretende aceptar por su valor nominal, a pesar de no ser calvinistas.

Piper tiene otro problema. Dios no se contradice. Por lo tanto, Piper debe conciliar lo que él llama las "dos voluntades" de Dios para mostrar que éstas están de acuerdo, aunque directamente se contradicen y auto-cancelan mutuamente. Y no logra conciliarlos porque es imposible. Una contradicción es una contradicción y no existe una manera honesta de que dos proposiciones contradictorias puedan ser manipuladas para que logren acordar.

Piper está siguiendo a Calvino, quien cayó en la misma confusión. Él dijo, "se trata de su maravilloso amor hacia la raza humana, que él desea que todos los hombres se salven, y está dispuesto a traer incluso a los que perecen a la salvación... Dios está preparado para recibir a todos los hombres en arrepentimiento, para que no perezcan."[34]  ¿Será este el mismo Juan Calvino que tan a menudo y tan claramente ha dicho que, desde la eternidad pasada, Dios tenía predestinados a miles de millones a la condenación? ¿Sera el Dios de Calvino un esquizofrénico?

Al igual que Piper y sus "Dos voluntades", Calvino se ampara en una "voluntad secreta": "No se menciona aquí el Decreto secreto de Dios por el cual los impíos están condenados a su propia ruina".[35]  Sproul intenta usar el mismo argumento erroneo. Bryson responde razonablemente y de manera sucinta:

Por lo tanto, los calvinistas están en una posición bastante incómoda de pretender hacer una oferta válida de la salvación (a los no elegidos)... mientras que niegan que la única disposición (es decir, la muerte de Cristo) de la salvación es para los no elegidos... y [dicen] que los no elegidos no pueden creer [el Evangelio]... Para agregar insulto a esta lesión, reclaman que esta es la manera que Dios lo quiso (desde la eternidad) pasada.[36]

Los calvinistas afirman que la voluntad y las acciones del hombre no pueden estar en conflicto con la voluntad de Dios, porque esto haría al hombre mayor que Dios. Esa posición relativa y anti-bíblica de la soberanía de Dios, les conduce a proponer que las dos voluntades en conflicto no son la voluntad de Dios y la voluntad del hombre, sino las dos voluntades del designio de Dios. En otras palabras, afirman que la batalla no es entre Dios y el hombre, como dice la Biblia, sino más bien de Dios contra sí mismo, como insiste el calvinismo. Dios está siendo tergiversado.